Sábado 13/06/2009 : Misión GT Guazuvirá

Una tarde para mate y bizcochos en familia, incluso para pasarla junto al mar. Poco viento, el sol calentaba bastante, para lo que es la época.

Pero no, otra vez decidimos cambiar lo espectacular de todo éso por el sacrificio, los championes, la bici, el chaleco y el remo doble.

Hacía 15 días que no realizábamos absolutamente nada entre semana, habiéndonos bajado recientemente de la M de Rosario y por supuesto todo éso se sintió. Solo la Salomon del domingo pasado se había cruzado en medio de la inactividad total.

Nos retrasamos bastante en nuestra partida hacia el este, no teníamos nada pronto, ni la cabeza ni el bolso, incluso el viejo GPS no aparecía por ningún lado y cuando apareció en definitiva ni arrancó, hubo que practicarle una improvisada cirugía al portapilas (y ya van unas cuántas)

El escenario de la prueba resultó ser un lugar muy agradable, muy bien ubicado el establecimiento que cedió sus instalaciones, sobre la propia playa de Guazuvirá, más allá de sus precios y tarifas.

La incertidumbre en cuanto al circuito, al orden de las disciplinas, la logística algo complicada de las transiciones, 2 de ellas lejos del arco de largada, la escasez de participantes, fueron los ingredientes más notorios de esta nueva Misión GT. Resultaron apenas unos 50 inscriptos.

Llegamos faltando un poco más de una hora para largar, la inactividad del entorno era muy alarmante. En lo personal, se agregaba el inconveniente de haber alquilado la bici, la cual llegó con bastante poca anticipación con respecto a la largada, como para probarla un poco.

Además, había que solicitar el transporte hacia el punto de la primer transición (casi a 4km de la largada) y obviamente no llevamos nuestro soporte, como para poderla transportar por uno mismo.

Ésto hacía imposible intentar probar la bici, tan siquiera conocerla un poco. "Hola, bici, cómo estás? Mucho gusto...Ah..éstos son los cambios?" Ante nuestra inquietud del traslado no previsto, Agustina, la organizadora, nos dijo: "Cómo? Y qué vas a hacer con el asiento ?" Nosotros también nos preguntamos lo mismo: "Qué habrá que hacerle ?". Después nos enteraríamos de qué hablaba, en plena etapa de MTB.

Superado este tema logístico, largamos al fin todos a correr como unos locos hacia la playa, con chalecos y remos, parecíamos un simulacro de salvataje de ADES. Allí íbamos todos juntos bajando, individuales y por equipo, pero con distinto propósito.


Los equipos ya entraban al agua con el kayac, a 1 km de la largada, luego de un pequeño Run por la playa hacia San Luis. Nosotros, compitiendo en forma individual, dejábamos los pertrechos allí y nos volvíamos corriendo a la largada, nuevamente por la playa.

Allí trepábamos los médanos y nos íbamos a buscar las bicis, situadas al costado del puente sobre el Arroyo Bagre, en la propia Interbalnearia, en el límite con San Luis.

Desde la meta nos separaban unos 3.8km (según el GPS), para completar unos 5.7km de un Running previsto inicialmente en 7km.

Si bien en la ida a la playa íbamos tranquilos, en las últimas posiciones, ya desde la vuelta hacia el pasaje por la meta habíamos logrado superar 2 ó 3 corredores.

Todo hecho con la finalidad de podernos acercar a Roberto Barreto y Gustavo "Veloz" Martínez (ambos UFs), para luego poder compartir con ellos al menos el inicio de una etapa de MTB que pintaba bastante confusa en cuanto al recorrido exacto.

Pero nos fue imposible, nunca llegamos a alcanzarlos, simplemente mantuvimos el contacto visual...hasta que tomaron sus MTB y desaparecieron de la Costa de Oro para siempre.

Perdimos más de un minuto para localizar nuestra bici, estaba tirada en el pasto, debajo de otra. Ni cerca de estar colgada sobre los caños, era evidente que fue transportada muy tarde. Ni siquiera buscando la obsoleta caramañola fue fácil ubicarla. Solamente habíamos alcanzado a percibir el color de la bici. Por suerte ya teníamos puestos los guantes desde el Running, faltaba ponerse el casco y la clásica camperita de nylon de "alta competencia extrema" (adquirida hace 5 años en Grandes Tiendas Montevideo).

Cruzamos el puente por debajo, para encarar un circuito de MTB todo realizado al norte de la Ruta, por caminos y predios que nunca habíamos transitado, ni tampoco lo volveremos a hacer nunca jamás, ni siquiera en auto.

Inicialmente recorrimos casi 2km por el costado de la Interbalnearia en dirección al este, un tramo muy similar a lo hecho en la Salomon, al costado de la Ruta 9. Pero la diferencia es que el pasto y los desniveles en la bici se sentían mucho más, al menos en lo personal. Comía pierna abierto todo aquello.

Y bueno, allí perdimos casi todos los "créditos" de ventaja que habíamos acumulado durante el Running I, casi todos nos pasaron como un poste. Y ya no había forma de echarle la culpa a la arcaica bici propia, como en la GT de Piriápolis.

Esta vez habíamos alquilado una, precisamente para descartar una posible influencia negativa. En definitiva, la performance en MTB seguía siendo bastante paupérrima y la bici si bien no era la gran cosa, era bastante mejor que la nuestra. Allí había otro problema de fondo.

No hay vueltas, hay que entrenar MTB, o al menos andar un poco entre semana, no? No se puede participar en este tipo de pruebas en forma satisfactoria o al menos aceptable si solamente contamos con el respaldo limitado de tener un poco de capacidad aeróbica y algo de fondo. No tiene nada que ver. Lo primero que se nota es la falta de fuerza en las piernas al salirse del camino normal que usaría cualquier cristiano medianamente cuerdo.

Tampoco nos hemos acostumbrado nunca a bajar mucho la transmisión, a pedalear con una frecuencia endemoniada, obviamente a cambio de hacer mucho menos fuerza. El plato más chico para nosotros es un adorno y el del medio, siempre nos resultó bastante inútil, más de una vez. Algo está mal.

A partir del km 4 ó 5 nos bajaríamos 3 veces de la bici, para retocar el ajuste del asiento. "Ahhh, te olvidaste del asiento ???" Incluso en el último ajuste, constatamos ya en marcha que éste quedó mal alineado con respecto al cuadro e intentamos corregirlo de un seco golpe de puño, para no tener que volvernos a bajar.
Éste fue corregido con éxito, pero con la mala suerte de no haber retirado completamente los testículos a tiempo antes del piñazo.....uuuuhhhhhhh....qué dolorrrrrrr....

Siempre que se pudo, anduvimos con el plato más grande. En balastro siempre anduvimos con la transmisión más pesada (plato grande, piñón 7, no había más!!!). A lo sumo bajábamos al 5 ó al 4, en algún repecho. Una locura. Aquello pesaba como loco. Al intentar bajar al plato intermedio, las piernas quedaban "muy locas", a pesar de compensar subiendo de piñón algunas posiciones hacia arriba.

No hay caso, hay que aprender a transitar a esa cadencia alocada, como pedaleando "en vacío"y luego también entrenar, o por lo menos practicar un poco, sobre todo en terrenos irregulares, no solamente hacerlo como paseo por el "perfectísimo" asfalto de la Rambla.

Nos dio la impresión que el plato más grande de esta bici no era lo suficientemente grande, le faltaban algunos dientes para nuestro gusto y costumbre, sobre todo para los tramos planos de balastro e incluso las bajadas. Qué pretendíamos ? Una bici de ruta para luego meterla en los tramos difíciles ?

Superando el km 8, luego de recorrer caminos de balastro en perfecto estado, con alguna ondulación que otra, nos metimos en un tramo técnico a la derecha, una suerte de trillo de barro, pasto y muy poca piedra, por suerte. Algún repechito y un pequeño curso de agua resultaba lo más complicado.

Pero resultó casi interminable por lo extenso, fueron unos 4km (siempre según el GPS) de un largo, lento y pesado -al menos para nosotros- ida y vuelta.

La incertidumbre permanente del circuito no ayudaba para nada. Transitábamos casi siempre sin referencias de otros corredores, ni adelante ni atrás, salvo el pasaje muy fugaz y veloz de los participantes por equipo que ya nos estaban sobrepasando a una velocidad inconcebible, sobre todo los primeros equipos que punteaban.

Antes y después del tramo técnico nos terminaron de pasar todos los corredores restantes individuales también, que habían quedado detrás nuestro en el Running I.

Obviamente salvo nuestro compañero Pablo, que venía cerrando la marcha, haciendo también sus primeras armas en ésto (en realidad para él fue su debut absoluto).

Allá llegamos a las cansadas al puesto de control, perdón, al PC, redisculpame. Había un botija embolado, allá, ubicado casi en el fin del mundo, atrás de donde baja el sol por las tardes. Le gritamos: "Era necesario que te fueras tan lejos??? Anotá bien el número porque no pienso volver nunca más por acá!!!".

A la salida del tramo trabado volvimos al balastro, con dirección y distancias pendientes totalmente desconocidas.

Terminamos haciendo otros 6 km de balastro en buen estado, por terreno levemente ondulado. Todo el tramo hecho con la mira permanente en la última participante femenina que nos superó, intentando en todo momento reducir o al menos mantener la ventaja que nos comenzó a ganar, pero nos fue imposible.

Ahora dejaríamos la bici frente a la propia entrada de Guazuvirá, al fin nos desprendimos del rodado. Al bajón de haber sido superado por todos en esta etapa, se sumaba un fuerte dolor lumbar, de origen desconocido. Estábamos deseando encarar el Running II de una vez por todas, siempre con la mira fija en la última corredora allá adelante, no sea cosa que todavía nos perdiéramos.

Dejamos la MTB y el casco, retiramos la gorrita Nike de adentro de nuestras vestiduras, conservamos puesta la super campera de nylon, pero ahora abierta casi al tope. Los guantes también había que llevarlos puestos, para no cargarlos.

Por momentos pensamos que había sido un error correr con un buzo finito de manga larga (mayormente arremangado) debajo de la pechera oficial, a lo que luego le habíamos agregado la campera encima, para hacer la etapa de bici. Pero en términos generales no molestó, abrigó apropiadamente cuando alcanzábamos esas velocidades siderales en las bajadas de balastro, con la transmisión totalmente a full.

También vimos varios corredores con pañuelos sobre la boca, el aire frío ya se hacía sentir en aquellas desconocidas soledades.

Nos echamos ansiosamente a correr, nuevamente hacia San Luis, para poder cambiar la postura de la bici de una vez, podernos estirar un poco hacia atrás para contrarrestar el dolor lumbar, cosa que incluso habíamos ensayado parados sobre la propia MTB, a velocidades peligrosas para ese tipo de piruetas.

Al iniciar el Running II por la banquina de la Interbalnearia, el gemelo derecho avisó que la cosa así no podía seguir, amenazó con calambres. Un hecho insólito, no recordábamos cuándo fue el último aviso de calambre inminente en medio de una carrera, tal vez en Porto Alegre 2008.

Nos hizo acordar también de una Duatlón del Naútico del pasado, donde el Running II se hacía sentir bastante al bajarse de la bici, especialemente para nosotros que somos mayoritariamente "monodisciplina".

Paramos entonces un instante, masajeamos precariamente la zona, aprovechamos para tomar un poco de Gatorade que aún portábamos en la caramañola y de a poco, ensayamos un trote progresivo. Ya al llegar nuevamente al puente para cruzarlo nuevamente por debajo, la marcha era normal.

El cansancio acumulado se hacía sentir bastante, con el agravante de los 15 días sin actividad entre semana, pero los indicios de calambres desaparecieron para siempre. Tan poca preparación mental tuvimos para esta prueba que ni siquiera se nos ocurrió llevar algún gel.

Luego de un penoso recorrido total de 3.6km por el interior de San Luis, desembocamos en la playa, justo en el punto donde estaban los kayacs esperándonos.

Éste sería el golpe de gracia, la frutilla de la torta homenaje al cansacio. Pero no, no fue tan así, el mar estaba muy calmo, casi sin viento. Todo resultó muy accesible, a pesar que luego nos dijeron que más de uno se puso el kayac de sombrero en la propia salida.

En la previa sobre la arena, registramos el parcial y guardamos el GPS en triple bolsa de nylon, atada al chaleco que afortunadamente alguien nos ayudaba a poner.

En la primer olita a superar, en la propia partida, el kayac ya se nos llenó de agua, pero no zozobramos ni mucho menos, simplemente el entorno interior se volvió desagradable por el bajón repentino de la temperatura. Ya las patitas estaban mojadas, pero la colita aún no.

En definitiva, fueron solamente 2 km exactos de remo, un ida y vuelta hasta la boya situada frente a la propia largada, allá en Guazuvirá. Si uno lograba abstraerse de todo ese cansancio acumulado, el sitio, el momento y la actividad eran espectaculares, las pequeñas olas eran casi imperceptibles, una vez que uno se separaba unos metros de la costa.

Parecía un lago, el único ruido que se sobreponía a aquella tranquilidad y soledad (ya quedaban pocos en carrera!!!) era el del remo, al introducirse inexpertamente en el agua.

Recordamos haber percibido una única ola notoria, a la ida, la cual tuvimos la precaución de cruzar en forma oblícua, pues las mismas podrían venir y quedar peligrosamente paralelas a nuestra trayectoria.

Allí nos cruzamos con RobertUF, recién allí lo volvimos a ver, intercambiamos gritos de aliento, ya estábamos terminando el suplicio, con el agravante, una vez más, de tener que remar en solitario.

Luego vislumbramos un veterano que remaba también en solitario allí adelante, que nos había pasado como un poste en la bici y estaba allí, al alcance de la mano, por la revancha, ahora en terreno más "neutral".

Lo sobrepasamos y a escasos metros vimos a la corredora femenina que ya volvía de la boya. Por momentos nos pareció que le podríamos dar alcance al retornar de la boya, pero una vez más fue imposible, volvió a conservar su ventaja.

A nosotros nos restaba un tramo mucho más largo de lo que nos parecia, en la ida hacia lo boya. Al retornar, la competidora ya estaba muy lejos para intentar ensayar algo.

Ella ya comenzaba el Running III y nosotros aún no habíamos desembarcado. A la vuelta nos cruzamos con Pablo, que recién iba, seguramente muy cansado, pero con una sonrisa de oreja a oreja, por estar allí, completando su primer competencia de este tipo. Le dimos aliento y le aconsejamos que parara unos segundos a descansar, para retomar con más fuerza.

Estábamos culminando una nueva Misión GT con todo el apoyo permanente de nuestros familiares desde el arco de largada/llegada y ahora también desde la propia orilla, sobre la playa.

Dejamos el kayac en la zona prevista, marcamos un nuevo parcial en el GPS e iniciamos este último e improvisado Running III, retornando al arco (frente a la boya), pero ahora felizmente por la arena, portando el chaleco y el remo. Todo para que la organización no tuviera que ir a buscar todo allá, jajaja...

El arco estaba casi a un km de distancia, fue un Running muy tranquilo, disfrutando la puesta del sol minutos atrás. En días anteriores, con Pablo nos habíamos imaginado este momento, pero ya realizado en medio de la noche, arribando a la orilla del mar en la más completa de las oscuridades.

El toque final lo dio el hecho de tener que ascender nuevamente el médano hacia la meta, a esa altura había que cuidar de no acalambrarse allí, casi sobre la propia llegada. Sería una infamia.

Llegamos con gran euforia al arco, gritando a la gente de la organización que podían retirar todo nomás, que ésto ya se había terminado. Que fueran desinflando y guardando...

Pero bueno, en realidad quedaban aún 2 participantes detrás nuestro por completar, arribos que constatamos ya a la distancia, mientras nos cambiábamos por ropa seca, envueltos en un cerradísimo aplauso.

Una nueva Misión GT cumplida, quizás la última en lo personal...seguramente la última con esta magra preparación de bici, ésto así no va más...

Nos cayó algo más pesada que la de Piriápolis, si bien la complejidad del circuito era menor, pero la parte trabada era tal vez mucho más extendida. En la anterior, los tramos técnicos eran mucho más complejos, pero relativamente cortos, hasta divertidos.

Los de esta vez eran más aburridos, y por consiguiente más pesados. También pesó seguramente un entusiasmo bastante menor que en el debut dentro de este tipo de pruebas.

Y un estado peor de preparación, en aquel momento aún no habíamos tocado tanto fondo.

Pensando un poco ahora, sin duda que volveríamos a correr la Salomon de la Sª de las Ánimas, por supuesto que ahora sería intentando hacerlo con expectativas de tiempo insumido.

Pero con respecto a las futuras Misiones GT ya no está tan claro el panorama, primero hay que resolver el tema del desempeño en la MTB, de una vez por todas. También pesa el factor económico. Para nosotros que venimos del asfalto, estas competencias no nos resultan para nada económicas, accesible.

Y si a la inscripción le sumamos el alquiler de la bici, el chaleco, el remo doble, ni hablar, se nos va un toco. Y el hecho de simplemente completarla ya no constituye un incentivo. La pechera y la medalla, obviamente tampoco...dónde buscarlo, entonces? Tal vez ésto ya fue...

Tiempos netos parciales extraoficiales:
(sin considerar las transiciones)

- Running I (5.7k) : 00:30:43
- MTB (19k) : 01:06:09
- Running II (3.7k): 00:21:33
- Kayac (2km): 00:19:40
- Running III (1k) : 00:06:05

Tiempo total oficial: 02:26:39

Para acceder a las numerosas fotos propias del evento, a 2 cámaras, hacer click aquí.
Lo siento, esta vez no hubo videítos.

La previa de la Misión GT

Se viene una nueva etapa de la Misión GT. Esta vez participaremos con Pablo & Pablo, luego de un arduo y fino trabajo de convencimiento.

Pero lo haremos en forma individual, pues actualmente los tres nos arrastramos por el balastro con desempeños dispares, debido a preparaciones diferentes en momentos diferentes, por incursionar mayoritariamente en disciplinas también diferentes. Todo diferente.

Tampoco es cuestión de apurar y desgastar excesivamente a alguno de nosotros o retrasar al otro, conformando un equipo totalmente desigual.

Por supuesto que todos estaremos en la pelea de las últimas posiciones, encabezando la tabla inversa. También es seguro que los desempeños variarán significativamente de una disciplina a otra, según cada caso. En lo único que seguro vamos a estar parejos (para abajo) será en el kayac. También es seguro que nos vamos a divertir, por encima de todo.

Lamentablemente no valía la pena agruparnos participando como equipo, a pesar de ser una experiencia inigualable para toda disciplina, especialmente al estar sentaditos remando.

Diego y Gabriel, luego de la Salomon, quedaron con la cabecita enfocada en otra dirección, abocados a la preparación de la Half Ironman de Punta, también la M de allí, o eventualmente la de Buenos Aires.

Pero todo ésto siempre considerado como un paso previo, un mojón -importantísimo- a superar, dentro de la verdadera preparación con miras a la Expedición Azimut 2009, un desafío patológico del mes de noviembre.

Luego de completar una Azimut, es seguro que uno finalice sus días internado en la Fundación Manantiales. La vida ya no tendrá sentido, ya nada volverá a ser lo mismo.

Correr una carrera de 10k luego de ésto, seguramente será tan excitante como tomarse un té verde sin azúcar.

Es imposible mantenerse al margen de esta influencia alocada, no solo por la proximidad al compartir 8 horas de labor, durante las cuales el tema está permanentemente en el tapete, sino por los ingredientes propios de la prueba.

El intercambio de links para empaparnos de competencias y testimonios llega a ser enfermante. Es cada vez más dificil irse de acá, día a día hacia el domicilio, teniendo claro para dónde vamos a rumbear.

Qué es en definitiva lo que vamos a salir a hacer esta semana y la que viene, cuál es la planificación más acorde con lo que vamos a encarar, sin ni siquiera tener claro qué es lo que vamos a encarar.

En caso de optar por Azimut, no solamente habría que prepararse muy bien físicamente, sino también hacerlo en lo que refiere a la orientación y la logística. Se abren las puertas de un nuevo submundo.

En todas estas horas hemos elucubrado todo tipo de teorías sobre orientación, uso de brújula, ángulos, vectores y triángulos, paralaje, alejamiento, coordenadas celestes, etc, etc.

Lo mejor será hablar con alguien que esté empapado un poco en el tema, antes de intentar deducir la primera ley de Kepler por uno mismo, simplemente mirando el cielo.

La prueba pinta como un desafío enorme, casi inconcebible, pero bueno...el bichito ya está sembrado....personalmente ya lo estamos pensando con seriedad...

En definitiva, los participantes de ediciones anteriores que hemos conocido parecen ser mayoritariamente de carne y hueso.

Bueno, aceptamos que también puedan tener algún porcentaje de kevlar y fibra de carbono.

Acá les acercamos la puerta de entrada a la perdición...

Hacer click sobre la imagen puede perjudicar la salud física y especialmente la mental
Por todos los medios evite hacerlo si no tiene otros planes para noviembre
Si tiene una bici, véndala en Mercado Libre
Si no está lesionado, procure estarlo ya mismo, martíllese un tobillo
Si le gustan las carreras de aventura, mejor corra cualquier carrera del Sabueso leyendo una revista de Superman
M.S.P.

Domingo 07/06/2009 : Salomon Sª de las Ánimas

Todo corredor aficionado que se precie de tal, debería al menos una vez en la vida participar en esta carrera.

Pero éso sí, siendo conciente que ésto conlleva un altísimo riesgo. No hablamos de todos los peligros detallados en el extenso deslinde de responsabilidad que firmamos, sino de algo mucho más peligroso, y es lo siguiente: luego de "correr" esta "carrera", ya nada será igual, es dificil que otra carrera nos pueda atrapar como lo hizo ésta, salvo la próxima edición, obviamente.
¿Y después de ésto, qué ? Está dificil...

Algo a tener en cuenta es que esta opinión no proviene de alguien que "si no sale a correr un día, se siente mal, se enferma". Para nada, al contrario, seguro ese día lo pasamos bárbaro.

Personalmente no siempre disfrutamos al correr, especialmente al entrenar en solitario, pero bueno, ese es otro tema triste y ahora no viene al caso traerlo a colación.
Ésta ha sido una carrera inolvidable. Una verdadera carrera de aventura por donde se la mire. Tuvo por supuesto mucho más de inolvidable y también de aventura que de carrera, al menos así lo vivimos en lo personal.

Un recorrido único, irrepetible, especialmente para los que no conocíamos la zona en detalle. Nos encontramos mil y una veces con esa Sierra, surge imponente ya al llegar al Peaje Solís, una enorme pared que se dibuja detrás.

Pasamos cientos de veces por esa portera de acceso, siempre intentando mirar hacia adentro, pero nunca nos animamos a entrar, a encarar ese sendero, seguramente con poca motivación por hacerlo con niños tal vez aún muy pequeños para ello.

Y bueno, el destino quiso que lo conociéramos de una vez y bastante en detalle. No subimos caminando como hubiera sido de esperar en el pasado, sino ahora formando parte de una carrera.

Una carrera totalmente loca y enferma. Una droga peligrosa para un aficionado del asfalto.

Un marco único para este tipo de eventos, un día que comenzó horrible, pero poco a poco se fue transformando en espectacular, pasando de 0 a 100 en un par de horas, quedando acorde con la fiesta que se comenzaba a vivir ya temprano, en un pueblo que aún no debe salir de su asombro, por la cantidad de autos y corredores que invadieron su invernal tranquilidad.
Arrancamos la carrera demasiado rápido, una vez más, sin quererlo estábamos largando al lado de Mauricio Ramírez, de Alexander, de Veleda, de todos los tigres. Y si bien ni intentamos ni por supuesto tampoco logramos en ningún momento largar al ritmo de ellos ni por unos pocos segundos, es cierto que todo el resto de la gente que venía detrás nos incentivó a llevar un paso mucho más sostenido que el que nosotros acostumbramos, especialmente considerando los 16km en total y los 10km de trayecto absolutamente misterioso de antemano.
El primer km lo arrancamos prácticamente a 4min/km, culminándolo, luego de un gran afloje, a 4:45 según el GPS. Era una locura si luego queríamos hacer el resto a 5:30, 5:40, por decir algo. Nos estábamos quemando mal, sin siquiera haber calentado 20 metros, antes de largar.
En la parte contigua a la Ruta 9, en dirección al acceso a la Sierra, ya habíamos logrado normalizar el ritmo, digamos a 5:15 ~ 5:30. Diego se alejaba cada vez más frecuentemente de nosotros, luego aminoraba o directamente paraba, para mirar atrás y esperarnos nuevamente.

Ya luego de unos cientos de metros dentro del acceso a la Sierra, se perdió para siempre en la negra hilera uniforme de casacas allá adelante.

Los primeros 3 km habían sido normales, por el borde de la Ruta 9 hasta la portera de acceso situada ya sobre la Interbalnearia. Si bien lo estábamos haciendo por pasto, barro, piedras y desniveles, el escenario era totalmente abierto, era como quien dice "el de todos los días".

Poco a poco, nuestra percepción del entorno se fue transformando en visión tubo, y no fue ni por la velocidad desplegada ni porque nos estuviéramos por desmayar, sino simplemente fue porque la vegetación nos comenzó a atrapar lentamente.

Cada vez era más reducido el sendero que, poco a poco, ganaba en inclinación y por consiguiente en ritmo cardíaco.

El pasto se transformaba en musgo, la tierra en barro, el pedregullo en piedras más grandes y las ramas en troncos de pequeños árboles caídos delante nuestro, amenazándonos dejar sin cabeza si no habían caído del todo y sin una tibia si ya reposaban casi en el suelo.

En el km 4 tomamos la cámara de la riñorera y ya fue imposible volverla a guardar. El entorno era tan distinto al de cualquier carrera ya vivida, que daban ganas de llevarse todo aquello guardado para la posteridad.
Para compartirlo con la gente que no vino, para poderlos convencer que lo hagan en la próxima, para tener esas imágenes como respaldo magnético de lo que irreversiblemente iría quedando en nuestras retinas para siempre, o al menos hasta la próxima edición.

Estuvimos subiendo durante interminables minutos, formando lentas y apretadas filas, pues el ascenso se tornaba muy dificil. Increíblemente tuvimos que parar, formando fila de a uno, sin posibilidades de poder sobrepasar pues no había por donde, con el riesgo de despeñarse hacia alguna cascada cercana o por lo menos resbalarse y terminar algo magullado.
En más de una oportunidad tuvimos que recorrer pequeñas cascadas sobre la roca, pero en sentido inverso, el agua bajaba y nosotros intentábamos subir a través de ella.

Hubo un tramo de ascenso totalmente lleno de musgo, iluminado desde su final por el sol que asomaba. El reflejo del musgo era muy curioso, parecía que estábamos subiendo por un altar de sport césped.

La constante del ascenso era mirar arriba y abajo, constantemente. Arriba para evitar los golpes de las ramas bajas en la cabeza y abajo, para ver dónde y cómo colocar los pies.

Cruzamos una infinidad de pequeños cursos de agua, con rocas muy resbalosas e irregulares. En esos tramos "técnicos" no faltaron los ruidos secos de algunos corredores golpeando contra el piso, luego de los correspondientes resbalones, los que afortunadamente, al menos en nuestro entorno, siempre llevó a risas, bromas, quejidos exagerados, etc.

"-Eh, Manuel, cuidado el pozo......"
"-Dónde ? Qué pozooooooooooooo??????!!!!"

Tuvimos que esperar más de una hora de recorrido para lograr volver a ver el cielo abierto. Si bien las subidas eran interminables, nuestro GPS corroboraba que eran pesadas más por lo dificil del ascenso que por la pendiente en sí, pues en los tramos más complicados de las cascadas la medición de altura apenas aumentaba, manteniéndose prácticamente por debajo de los 250mt.

Todas las cascadas tendrán sus nombres y/o darán nombres a los parajes característicos del lugar, los cuales por ahora aún no hemos logrado identificar. Se lo dejamos a los conocedores del lugar.

Abrutamente salimos a una parte de la Sierra cuya cima da hacia el este. Aparentemente, nosotros ascendíamos por un valle central, recostándonos hacia esta sierra, hacia la derecha, para luego recorrerla en sentido antihorario, por una especie de herradura, con sus extremos apuntando al mar, y su parte más alta sobre la parte opuesta, casi en la mitad de dicha herradura que envolvía el valle de ascenso.

Precisamente, por el otro brazo (al oeste) de esta herradura, se veían bajar los corredores a gran velocidad, mientras nosotros ascendíamos al punto más alto, mayormente caminando, hacia allí donde había una gran bandera de Salomon y un improvisado puesto de control.

El mismo estaba seguramente en la parte más alta de nuestro recorrido. Era el tramo más abierto, desde allí se veía el "pequeño" Cerro Pan de Azúcar allí debajo, la ciudad que lleva su nombre y más a lo lejos, Piriápolis, con un insignificante San Antonio al fondo.
Éso era lo más notorio. Si nos hubiéramos sentado a observar todo aquello, seguramente hubiéramos visto también Las Flores, Solís, Bella Vista, quizás hasta Punta del Este allá a lo lejos.

Alcanzamos allí en esa cima una nueva marca personal, seguramente como muchos. Para recorrer los 8.500 primeros metros, estuvimos nada menos que 1 hora 39 minutos (a esa altura, Mauricio Ramírez ya estaba tomando Gatorade en la meta y se había comido dos panchos tranquilo).

Es todo un PR, digno de las señoras que cierran la marcha en la San Felipe. Pero claro, había un pequeño detalle: en ese momento, el GPS marcaba 486 mt sobre el nivel del mar. Cabe recordar que el poblado donde iniciamos la carrera está a unos 35 mt, por lo tanto nuestra componente vertical en la trayectoria no era para nada despreciable a ese momento.

Cerca de ese puesto de control, sobresalía una formación rocosa que incluso se distingue claramente desde abajo, desde el pueblo, que seguramente debe constituir la propia cima de la Sierra.

Por allí cerca nosotros llegamos a registrar alturas cercanas a los 490 metros leyendo sobre la mano izquierda, mientras que en el Polar de la derecha, veníamos leyendo con cierta preocupación algunos picos por encima de las 170 ppm. Hmmm....(220 - edad) x 85%.....hmmmm....quedamos debiendo... aún sin siquiera aplicar el 85%....
A todo ésto, veníamos paseando hace rato una botella completa de Gatorade, la cual insólitamente llegó a la meta sin ser abierta. Qué cosa más al p....

Si no hubiéramos llevado la cámara, el molesto transmisor del Polar, el Gatorade, la riñonera con el celular y los geles, incluso la calza larga y el buzo de manga larga debajo (que por momentos sobraban y mucho), seguramente abríamos descontado algún minuto que otro, circulando mucho más aliviados y en forma más eficiente. La cámara iba casi permanentemente encendida, enfocada hacia adelante, o hacia atrás, y éso implicaba una atención especial, pues ante una caída, había que estar doblemente atento y con la mitad de las armas defensivas disponibles.

También hubiéramos mejorado en algo nuestra marca si no nos hubierámos detenido o al menos enlentecido a mirar detenidamente todo ese entorno. Pero no valía la pena cambiar todo éso por unos míseros minutos que rápidamente pasarían al olvido, a diferencia de todos los recuerdos que se llevan nuestros ojos, y también nuestros tobillos, por supuesto.

Y todo lo que sube, tiene que bajar, y así fue. Ahora resulta fácil hablar de la bajada, pero ese "premio" tan ansiado, tan esperado, pudo recién alcanzarse luego de tener que sortear un sinfín de pisos irregulares y obstáculos, barro, ramas, piedritas, piedras, piedrotas, rocas, musgo, etc.

Ahora iniciábamos una loca carrera hacia abajo, con numerosas advertencias en forma de carteles y de humanos que nos pegaban el grito alertándonos de peligros inminentes por allí adelante.

La organización 10 puntos, allá arriba y también abajo, antes y después. Había gente por todos lados, por más remotos que fueran los parajes. A qué hora habrián subido? Sacando fotos, alentando, advirtiendo, guiando, etc. Todo estuvo impecable. Reivindico a la gente de Suca y/o también a Timing Uruguay, a la cual le hemos arrojado más de un palo, a través de las carreras de la AAU.

Acá no se podía discutir nada, todo fue espectacular, el entorno ayudaba, obviamente, pero toda la infraestructura agregada por el organizador estuvo impecable. No hizo falta nada más.

Seguíamos en nuestro rápido descenso por pasto, rocas, pequeños arbustos, siempre con gran visibilidad, aún transitábamos por el filo de la Sierra, para internarnos nuevamente en ese valle de gran vegetación, barro, árboles, ramas y arbustos, numerosas rocas que formaban escalones con gran desnivel como para correr con soltura. El descenso ahora requería de gran atención en forma permanente.

Alguna roca enterrada, apenas asomando, nos hizo tropezar y golpear repetidamente el mismo dedo gordo del pie izquierdo, el dolor era muy agudo. Tal vez si llevábamos puestos unos Salomon solamente nos dolía la billetera. Pero el dolor pasó y éso fue todo nuestro trauma experimentado allá arriba.

Varios corredores volvían sangrando, frecuentemente en las piernas por raspones y rayones, incluso en la propia cara.

Otra agresión memorable fue una rama que se nos introdujo limpiamente en nuestra oreja derecha. Fue una sensación espantosa, directa al cerebro, nunca jamás experimentada. Alguien por allí preguntó: "En dónde se te metió...?...Ah, menos mal que fue allí...". El hecho de llevar la cámara encendida e intentar enfocarla hacia atrás o hacia adelante casi constantemente, no ayudaba para protegerse del entorno, al contrario.

Como íbamos en bajada y ahora no lo hacíamos atravesando las cascadas, este tramo se hizo muy rápido, aunque manteniendo siempre los riesgos de una fea caída, especialmente en el tramo intermedio, con el agravante de que íbamos casi permanentemente corriendo, y ahora lo hacíamos hacia abajo.

En grandes números, los primeros 10km los hicimos casi 2 horas y los 6km restantes en poco más de media hora. Gran diferencia. Y a ello había que quitarle los 3 km casi planos de ida y vuelta desde Cerros Azules al acceso a la Sierra.

Por lo tanto, el ascenso propiamente dicho, lo constituyeron unos 5500 metros de trayectoria, arrancando en un piso de 56mt sobre el nivel del mar y llegando a un techo de 490mt. Todo hecho en 1 hora 17 minutos. Ese fue el tramo más "técnico" de todo el circuito.

En cierta parte del trabado ascenso alguien comentó a nuestras espaldas, que el último kilómetro lo habíamos hecho en 25 minutos, era una verdadera locura, impensable fuera de ese lugar.

Y ahora, mirando el registro en el GPS, podemos ver que efectivamente fue así, incluso con algún otro km que anduvo cerca de ese tiempo también.

Volviendo a lo que fue el descenso y estando a punto de abandonar la cerrada vegetación, ya habíamos retomado nuestro camino original del ascenso, otra vez volvíamos a pasar por esos mismos puntos, pero ahora con mucho menos respeto por los obstáculos, ya casi estábamos saliendo nuevamente del predio para dirijirnos a esos 3km al costado de la Ruta 9 y el acceso al pueblo, los cuales no por ser "normales" dejaban de ser pesados, dado el esfuerzo acumulado en las piernas.

No obstante ello, ya no nos detuvimos, sobrepasando incluso a unos cuantos corredores en ese tramo. Absolutamente todo el recorrido lo hicimos con Gabriel, mano a mano, simplemente intercambiando constantemente el orden. En el único lugar que se podía transitar propiamente juntos, era precisamente sobre la Ruta. Sobre la Sierra fue prácticamente imposible circular de a dos, durante el 95% del recorrido. Y haber hecho ese último tramo ahora tirando de a dos mano a mano, fue fundamental para no parar a caminar.

Después de todo lo vivido, el orgullo no nos permitiría ya detenernos en terreno plano, luego de haber sorteado un sinfín de sorpresivos escollos, totalmente inconcebibles para un triste "corredor de calle".

Ya dentro del pueblo nos esperaban para acompañarnos primero Agustín, luego Martín y al final Diego, que había arribado a la meta unos 20 minutos antes que nosotros y ya estaba bebiendo su Gatorade.
Por primera vez, el tiempo insumido, francamente, en lo personal no nos preocupó nunca, ni antes, ni durante, ni al finalizar.

Pusimos un poco más de 2h 37min extraoficiales, no tenemos ni idea qué significa ésto, seguramente nada, solamente sabemos que demoramos bastante más de una hora que Mauricio en bajar, pero atrás nuestro todavía quedaba algo de gente. No éramos los últimos ni mucho menos.

Superadas las 4 horas de la largada, cuando nosotros ya nos retirábamos de la zona después de habernos cambiado y almorzado algo, dimos una vuelta y pasamos con el auto nuevamente por la portera del acceso a la Sierra, donde un guía nos dijo que aún quedaban 3 ó 4 corredores por descender. Una locura.

Para acceder a las fotos propias del evento, hacer click aquí.

A continuación puede visualizarse una recopilación de pequeños videos de toda la travesía (Advertencia al espectador: este video contiene pasajes que pueden provocar náuseas y mareos, la cámara se mueve en forma espantosa).

Viernes 05/06/2009 : Previa de la Salomon

El domingo intentaremos superar un nuevo mojón, bien distinto, se viene la Salomon Running Race, con sus 16km de incógnitas, recorriendo uno de los techos del Uruguay.

Es sorprendente la cantidad de inscriptos, si bien no está claro quién irá por el Short y quién por el Endurance, es seguro que toda una multitud se dará cita el domingo temprano para largar desde Cerros Azules.

En lo personal, abandonaremos transitoriamente nuestros gloriosos colores Cuervos para formar parte del equipo ZUGZWANG, conformando una terna con Diego González y Gabriel Aramburu.

Ayer hicimos el ensayo previo con la remera suministrada por la organización, la cual por cierto es de muy buena calidad.

Medias, calza larga, gorro de lana, Adidas "semipantaneros", etc, todo fue probado durante unos 9 km y ya quedó pronto, esperando el momento y también esperando secarse, luego del lavado de rigor.

También formará parte del atuendo un portabotellas, la riñonera de siempre, guantes de lana, una calza corta alternativa y la infaltable gorra.

La tela de esta nueva remera negra (marca Prili) no es evidentemente muy afín con los seguidores de San Panzardo.

La gran elasticidad del tejido (de lycra, o lo que sea) hace que se ajuste demasiado al cuerpo, allí justo donde uno no quiere, por más que sea XXXXL y a pesar que la hayamos estirado previamente con las rodillas por dentro, flexionadas contra el abdomen, por un lapso de unos 38 minutos.

Es casi seguro que a más de un personaje AAUense conocido, esta remerita le terminará quedando como un top, se le irá subiendo de a poquito con el correr de los minutos, dejando el ombligo a la vista.

Esta carrera constituye un nuevo hito, surge sobre el propio inicio de la preparación específica para el Half Ironman de Punta en el caso de Diego y aparece al comenzar el largo camino hacia la M de Punta para nosotros, los restantes integrantes.

Es la antesala de lo que será también otro evento peculiar, la 4ª fecha de la Misión GT en Guazuvirá, el sábado siguiente.

Ya le hemos quitado el polvo al viejo y oxidado Polar, es seguro que esta vez resultará muy apropiado para constatar una vez más que la famosa formulita "100% ppm = 220 - edad" es un mito, un chiste, una quimera, al menos en lo personal.

Subiremos a visitar los 501 mt de la Sierra de las Ánimas y es de esperar que bajemos también, y en lo posible que no sea en helicóptero de rescate ni tampoco dentro de una bolsa de plástico negro con un cierre todo a lo largo.

Arriba, éxitos a todos los participantes !!!
Todos firmaron los deslindes ?...por las dudas, vio ?

Domingo 31/05/2009: Montevideo tuvo su Merecido, una Maratón de M.....

En primer lugar felicitamos a Gonzalo Cuervo, que ha cosechado una nueva Maratón bajo sus alas. Si bien no logró su objetivo de tiempo, como seguramente sucedió con la mayoría de los intrépidos que participaron de la prueba, las dificultades de todo tipo que debieron enfrentar le deben dar un sabor especial a esta nueva M obtenida.
Arriba, Gonzalo !!!
Felicitaciones por el nuevo logro y por mantener aún viva la presencia de nuestros colores, pertenecientes ya a una especie en extinción, con esporádicos vuelos sobre el asfalto...

Personalmente acompañamos "furtivamente" por unos 31km (3 vueltas) a un amigo que debutaba en la distancia a 30 días de debutar en una media, fue el caso de Diego.

Gabriel también se sumó a este acompañamiento, durante gran parte de ese trayecto. Haber completado el circuito con escasísima preparación constituye un gran incentivo ahora para que él, al igual que nosotros, vayamos a la Salomon con bríos renovados.

Tuvimos la suerte de encontrar y compartir esos kilómetros también con Gustavo de los Cardenales de Juan Lacaze, quien también finalizó con éxito esta prueba. Se trata de un amigo que hicimos en aquellas 2 épicas Maratones de Colonia, durante esos malditos repechos de la también maldita y ventosa Ruta 21.

Esta M significó también el debut en la distancia de Antonio "Pelado" "Rojo" Peña, con el cual nos cruzamos en infinidad de idas y vueltas, siempre acompañado de la fiel Luz "Roja". Romerito "Rojo" también andaba combatiendo por allí a buen ritmo, así como un sinfín de amigos de todos los domingos (del pasado), principalmente de la AAU, "la entidad atlética de mayor crecimiento de américa del sur". Un sinfín de amigos corredores, predominantemente en la media y también en la M, dando pelea a ese viento gélido, presente en cada ida hacia el oeste. Y también la cantidad de amigos alentando y acompañando desde afuera, en bicis, e incluso corriendo algunos tramos.

Si bien no todo lo pudimos corroborar en persona, sino a través de testimonios confiables, vamos a enumerar en orden cronológico, todo lo que directamente faltó a la cita (respecto a lo prometido) o bien se fue esfumando con el correr de las horas:

- Guardarropa
- Baños
- Himno
- Minuto de silencio
- Circuito
- Agua
- Gatorade
- Fruta
- Cierre de calles

Testimonios de atletas muy confiables, conjuntamente con la experiencia vivida por nuestros propios ojos, corroboran que los 4 primeros puntos nunca existieron, amén de la puntualidad. Algo nada menor, resulta muy crítico en una M con mucho frío, sobre todo para los que vienen a ganarla.

Con respecto a la asistencia médica de un corredor que se vio con problemas ya en los primeros kms, algunos acusan una atención muy tardía. Era realmente penoso ver aquél atleta acostado tanto rato sobre el canterito, todo tapado por una cantidad creciente de diversas prendas de acompañantes solidarios que se iban acercando.

Lo del cambio drástico del circuito, del cual la mayoría de nosotros nos enteramos ya en plena carrera, es inaceptable. Algunos hablaban de no haber podido bloquear el acceso al Puerto.

Pero el Puerto existe ya desde la época de Bruno Mauricio de Zabala, es bastante anterior a los Pegassus, y la gran importancia que éste ha tomado desde su fundación, si bien es bastante reciente, está claro que no data de la semana pasada.

Es imperdonable no dar aviso del cambio a los atletas por lo menos una semana, un día antes. Acaso se enteraron del problema recién ayer de mañana?

Otra vez la IMM haciendo de las suyas?
Hmmm...qué combinación peligrosa, no?
Se juntaron el hambre y las ganas de comer...

Especialmente pensando en los atletas de elite, y en los extranjeros que seguramente ya no volverán jamás a un evento bajo este mismo nombre, por las dudas.
También pensando en los que intentaron planificar su estrategia de carrera personal, estudiando el recorrido publicado. Especialmente teniendo en cuenta lo ventosa que es nuestra ciudad en esta época (o directamente todo el año).

Ya se estaban por olvidar los sucesos del pasado, algunos intentos de maratones anteriores, los problemas con aquellas famosas vallas.
Estamos volviendo de a poquito a lo mismo, pero ahora por otros caminos ?

Para el grueso de aficionados tal vez sea lo mismo, trotar, caminar o arrastrarse 4 veces en vez de 2, dentro de un mismo circuito. Pero la incertidumbre o ausencia total de parciales, km a km, el factor anímico, la falta de respeto que implica que te digan: "No, flaco, doblen acá, es hasta acá nomás, den 4 vueltas y chau", es un poco dificil de superar.

Personalmente no nos faltaron el respeto, pues ni nos inscribimos, nunca le pagamos un solo centavo a este organizador, ni en el pasado, ni ayer, ni seguramente en el futuro.

Cuenta con varios antecedentes en ésta, su especialidad: mediocridad y falta de confiabilidad.
Ya ha ido acumulando un lindo currículum desde aquella suspensión por lluvia en Atlántida.
Cosas que con una sonrisa nerviosa, permanente, casi pintada, no se logran evitar, ni siquiera disimular.

Simplemente me da vergüenza como uruguayo, como montevideano, más allá de ser un aficionado corredor, trotador, o un simple insecto que se arrastra por el asfalto.
Usar el nombre de nuestra ciudad para recibir gente del exterior con este motivo.
Un bochorno.

Alguien dirá: "Ah, claro, criticar es fácil, porqué no te metés y la organizás vos?".
Es cierto.
Pero este señor tampoco está obligado a hacerlo.
Y bueno, si decide embarcarse, no puede terminar organizando una carrerita como si fuera un trote por el Parque Rivera.
Ahora habría que legislar y crear una ley que directamente le impida organizar eventos de este tipo dentro del territorio nacional.
Cada vez que se acerquen esta fecha, que se reporte en la seccional más próxima, a diario, para constatar en qué anda, para asegurarnos todos de que no esté organizando nada.

Acaso muy poca recaudación, por falta de inscriptos ?
Ni siquiera alcanzó para agua suficiente ?
Para el efímero Gatorade ?
Para la escasa fruta ?
No podés...

Ni mencionar la falta de control parcial allá en la Escollera, ya era un "refinamiento" a esta altura, donde estaba el "puesto" de hidratación, el cual estaba "haciendo agua" -paradójicamente hablando-, ya en la primer vuelta.
Ese punto de retorno con el correr de las horas "desapareció", sembrando la duda de dónde daban (o tendrían que dar) la vuelta algunos corredores del segmento final.

El hecho de tener que terminar la Maratón por la propia vereda de la Rambla Sur, al retornar hacia las Canteras para no perecer atropellados, fue la frutilla de la torta. Sobre las 4 horas de competencia, quedaba casi el 30% de corredores aún por arribar, ya con imposibilidad de hacerlo por la calzada, como corresponde y como se prometió.

Los autos ya pasaban a gran velocidad -algo normal en esa zona-, incluso por la propia senda contigua a la llegada. Éramos los atletas ya arribados y los acompañanates los que solicitábamos por favor que al menos bajaran un poco la velocidad al tomar la curva, ante lo cual la mayoría de los conductores no entendía nada, nos miraba con asombro.

Simultánemante con todo ésto, la clásica Mitsubishi blanca de la IMM, paseaba alegremente con todos los inspectores ya recolectados a bordo. Algunos incluso ya iban comiendo y bebiendo algo, para reponerse del frío sufrido. Qué pasó, la plata dió solamente para cortar por 3 horitas ?

Qué importancia que tiene firmar el deslinde, no?
Sobre todo para el organizador, obviamente...especialmente si alguien perecía debajo de un auto.

Entre las víctimas del final había incluso un brasileño, que tuvo que sortear los autos, especialmente en esa curva pronunciada del Teatro de Verano, metros antes de pasar de costado por la llegada. Seguramente se llevará una linda experiencia, algo para contar allá en sus tierras, vino por una M y terminó metido en una carrera de "aventura" urbana.

Y no estamos intentando comparar la M de Montevideo con la de Porto Alegre, para nada, pues son incomparables de principio a fin.

Lo que más molesta es el nombre del evento, que ésta constituya la Maratón DE MONTEVIDEO, casi una marca registrada.
Acaso es ésto lo que nos merecemos ? Tan poco vale nuestra ciudad para que la identifiquemos con ÉSTO en la región, deportivamente hablando?
Es horrible.

En resumen, una carrerita de 10k, pésimamente organizada por algún club de medio pelo, durante la peor historia de la AAU, constituye un evento de altísimo brillo al lado de lo que nos tocó vivir ayer.

Y todo ésto sumado a que se aprovechen de la debilidad de gente enferma, adicta, gente que no sabe lo que hace, que debería tratarse, que no puede privarse de ésto un solo domingo, que no tiene la fortaleza mental de decir "no", que termina pagando por correr casi igual que cualquier otra informal mañana ramblera.

Por qué fue lo que pagaron, por pisar las baldosas de granito?
O acaso por una medalla unificada que dice "42/21/10.5" ?
Marque usted con martillo y cincel lo que corresponda, jajaja...y no mienta...
Pero bueno, resultaban bastante más baratas así...

(Como se puede apreciar, las fotos fueron "hurtadas" del tesoro fotográfico de los amigos Halcones)