Al fín llegó el tan esperado día...
Hoy a las 20:30, estamos iniciando desde el Obelisco, un nuevo capítulo de incidentes con el asfalto.
Compartiremos una nueva aventura con seguramente un centenar de uruguayos que, por distintos medios, se estarán movilizando en próximas horas para estar allí una vez más, en la calurosa y húmeda ciudad sobre el Río Guaíba.
Nosotros estaremos acudiendo por primera vez allí, coincidiendo con la edición 25ª de esta prueba, esperando que quede perdurablemente en el recuerdo.
Lamentablemente -o no-, uno va necesitando emociones y retos cada vez más fuertes y desafiantes para que los recuerdos no se esfumen en el éter. Dónde estará el límite ?
Es posible que las expectativas, temores, fantasmas y sensaciones no sean tan persistentes como en la primera e irrepetible maratón que hemos corrido, ya tan increíblemente superada y sepultada en el recuerdo con nuevas experiencias similares posteriores.
El hecho de ser en el exterior, siempre le debe agregar un ingrediente especial a la prueba, no solamente por el multitudinario marco internacional, sino por lo que también implica el desarraigo de las familias, el traslado en sí, compartir unas cuántas horas el bus, avión y/o hoteles con un sinfín de amigos que generalmente vemos muy poquito rato los domingos.
Retornaremos con un poco menos de suela, de peso corporal y hasta de altura.
Algunos estudios sostienen que con cada maratón, la altura se reduce en algunos mm o cm, debido a la compresión de los discos de la columna. No tenemos ni idea si esa altura se vuelve a recuperar totalmente alguna vez.
Y bueno, tal vez efectivamente volvamos un poco más enanos, pero con una enorme cantidad de vivencias que no permitiremos que se evaporen así nomás, salvo que éso suceda prematuramente por ir a Rosario en poquitos días, ja, ja, ja...
Suerte y éxitos a los Cuervos viajeros, somos pocos pero buenos, tal vez no tan ágiles ni veloces, pero bastante persistentes.
ARRIBA, QUEDAN SOLO HORAS !!!
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