Al fin se nos dio, nada se incendió, nada se inundó, ni nada se voló (por poco).
Se llevó a cabo una nueva edición de la inigualable San Antonio, esta vez con el agregado de una fugaz visita portuaria de ida y vuelta, para poder llegar a completar el estándar de 10 km.
A nuestro entender fue un acierto, el recorrido sigue siendo espectacular y ahora la logramos equiparar en distancia con el resto de las competencias del verano.
Ahora podemos comparar fehacientemente con otras pruebas para ver cómo influye ese maldita trepada al Cerro del Inglés.
Lamentablemente, con el suspenso incorporado durante el fin de semana anterior, esta dilatación fue en desmedro de la concurrencia, según comentaban los "expertos" en la propia largada.
Francamente, el sábado anterior no lograríamos deducir cuánto público se iba a dar cita, pues era tal la calentura producida que permanecimos lo mínimo indispensable para notificarnos de la suspensión, para luego intentar continuar con un día de playa inigualable, cortado en vano.
A tal punto disminuyó la concurrencia de adultos que, a juzgar por los arribos registrados a la postre por Kronos, la misma se vio casi igualada por la presencia de los niños, para los cuales tal vez ésta constituya la carrera del año más emblemática, la más esperada por todos ellos.
El marco multitudinario de público la hacen única para los más chicos.
Y esta vez la organización, con buen tino, separó en 2 las categorías, corriendo 500 mt y 2km, según las edades.
Como regalo, además de unas hermosas y abundantes medallas, los más chicos recibieron 500 mt de regalo, pues en realidad los menores de 8 años corrieron prácticamente 1 km.
Los Cuervos presentes fueron:
500 mt (1km) : Gabriel y Martín
2 km : Camila, Dominique y Agustín
10 km : Gonzalo y Daniel
Una mención especial para esas bienaventuradas madres Cuervas, que se bancaron este increíble viento frío de despedida de enero, estando ya al firme desde antes de las 20:00.
Fueron más de 3 horas de un interminable intento de divisar y mantener reunida a toda la familia, desperdigada en diversos desafíos y hazañas contra el viento.
Gonzalo puso un excelente tiempo neto de 46:24, considerando que era su debut en esta carrera y también su aún escasa preparación, la cual seguramente redoblará en días sucesivos con miras a alguna de las maratones que ya están allí acechándonos nuevamente.
Daniel fue dejando partículas de suela (léase arrastrándose mal) por todo el balneario durante una hora y monedas, denunciando claramente que así, solamente corriendo las carreras, no va la cosa, hay que salir entre semana, viejo, no hay vueltas.
Su merma en la performance también se vio acrecentada esta vez con una bajada controlada, no totalmente alocada como era usual en ediciones anteriores, pues en ésta quedarían aún 2 km de llano para llegar a la meta.
Un brusco descenso a todo gas, llegando al final con cero energía, hubiera constituído tener que enfrentar luego un verdadero "repecho" final, durante ese tramo absolutamente plano de la Rambla, el cual incluso fue hecho casi todo con viento a favor.
Pero bueno, podría haber sido mucho peor, parece ser que el organismo algo recuerda de las batallas del pasado, aún a pesar de que se encuentre sumido en la etapa más larga y absoluta de sedentarismo de toda la historia.
Para más de un Cuervo que en mayor o menor medida vive una situación similar, seguramente no quedará otra solución que tener que avocarse a preparar una nueva Maratón de 42k, sea acá, en la región o dónde sea, para lograr reinsertarse y engancharse mentalmente de una buena vez con la actividad. Qué le va a hacer, es lo que tiene esta droga...
Es seguro que el Campeonato AAU 10k 2009 lamentablemente no nos constituye un motivo para engancharnos, posiblemente cada vez menos ya desde años anteriores.
Volviendo a Piriápolis y en concreto con respecto a los niños, lamentablemente aún no disponemos de todos los tiempos, solamente podemos comentar que Martín puso 6 minutos exactos, lo llevaron "como ciego al cuarto de baño", siempre pensando que eran unos "míseros" 500 mt y que en definitiva se terminaron duplicando en la realidad.
Luego de correr antirreglamentariamente (por edad) durante varias ediciones esos 2 largos km, 500 mt ahora no lo podían siquiera tocar.
Fue en definitiva su primer duro rencuentro con la actividad física, a escasos 30 días de ser operado de apendicitis. Seguro que al llegar a la meta se miró la panza por enésima vez para constatar que todo estaba aún en su lugar, que nada asomaba por el corte.
En el caso de Agustín, su tiempo aproximado fue de 11:42, lo que denota que, como dice la maestra, "puede y debe rendir más". La natación semanal lo está matando, pero es muy posible que estemos formando un pichón de triatleta, único espécimen de su familia capaz de tomar contacto con el medio líquido y no perecer en el intento.
Haciendo click aquí se puede acceder a las escasas fotos Cuervas, prácticamente son todas de los niños. Agradecemos el gesto de Mario "Rojo" Vila que también aportó material para paliar esta tan acostumbrada escasez propia. Menos mal que no hay que revelarlas, sino no sé lo que sería...
A continuación se puede observar un breve video de Martín durante sus 500mt "con yapa".
