Fue nuestra primera XC y seguramente no será la última, como también aconteció y acontecerá con la De Sol a Sol hace ya más de un mes.
El Equipo Cuervos Mutidisciplinas estuvo presente, marcando su primer presencia como tal, para hacerse un lugarcito en estas nuevas disciplinas. Fue una primer exploración de este nuevo mundo, algo similar a lo que realizan las sondas que bajan en Marte.
Preparaciones deficientes o nulas, lesiones, secuelas de carreras anteriores, falta de tiempo, imprevisiones, falta de equipamiento adecuado, etc, todo conspiró para que no tuviéramos una actuación más "decorosa".
Lo del "80% mental, 20% físico" ya no corre, es muy difícil seguir vendiéndole éso a los demás para convencerlos que se pueden volcar fácilmente a estas disciplinas. No hay vueltas. No digo que haya que entrenar, sería bárbaro, pero al menos hay que salir a hacer "algo" entre semana. De lo contrario, seguro que no terminás...
En esta oportunidad lo haríamos conjuntamente con "La Milonga" un equipo de amigos que hacían su debut absoluto en esta materia. Para ellos tampoco será la última, corrieron con una suerte un poquito peor a la nuestra, pero quedaron enganchados totalmente con este tipo de eventos.
Tal vez el hecho de habernos separado imprevistamente ya casi sobre la propia largada no los ayudó. Algún problema de orientación que sufrieron al promediar el Trekking -motivo del abandono prematuro- hubiera podido tal vez ser superado si hubiéramos transitado los dos equipos juntos, al menos en ese tramo.
En definitiva, en mayor o menor medida, todos quedamos con la "sangre en el ojo".
En el caso de Cuervos, se nos fueron cerrando los PCs a medida que avanzaba la mañana, Gonzalo se tuvo que resignar constantemente a esperarnos en el Trekking, matar sus ansias por correr o simplemente trotar, aunque sea para sacarse el frío, que aparecía desagradablemente combinado con la lluvia constante.
Una curiosa y postergada -por la tormenta eléctrica- largada sobre las 04:30 AM del domingo, desde la playa de Puerto Tranquilo en Colonia del Sacramento. Era el final de una agotadora jornada, con el check-in llamativamente lejano en Colonia, traslado de bicis y pertrechos a los diversos puntos, la logística, la postergada charla y largada, todo en medio de una tarde y noche en las que no cesó la lluvia en ningún momento.
Y luego de largar, al poco tiempo la lluvia volvió con fuerza y constancia, acompañándonos luego durante casi toda la prueba, ya fuera en forma permanente o intermitente, especialmente durante el trekking.
No nos dio ni un respiro durante esta larga etapa. La tormenta eléctrica algo más lejana a esa hora pero aún muy amenazante, sobre todo en esos remotos lugares, nos permitía frecuentemente ver bastante más allá de nuestras luces, aunque sea por un instante, variándonos drásticamente nuestro horizonte y perspectiva cercanas.
De Colonia nos dirigimos al balneario Santa Ana, a través de un Trekking y Coastering de unos 31km, todo hecho de un saque, superando 7 PCs de diversa dificultad, mayoritariamente costeros.
Ah, querías helado? Si, hay de varios sabores, acaso los querés combinar? Negativo, lo siento.
Ahora, tenés que comerte todo el de crema de un saque, dale, comete los dos litros ahora, todos juntos, luego podrás probar los otros sabores, si es que llegás a tiempo y si te queda algo de panza libre. Fue así.
Excelentes paisajes a pesar de las inclemencias del tiempo, suelos muy curiosos y variados. Arrancamos recorriendo la ciudad, nos perdimos ya en la marcha controlada inicial por un percance con la mochila. Nos intentamos enganchar a los que iban adelante, pero ellos se habían equivocado en su recorrido.
A ser observados en nuestro error, tuvimos luego que esperar al pelotón, pues nos habíamos adelantado involuntariamente, tomando otro camino que era el más natural, directo al PC1, distinto al que siguieron casi todos, que debían recorrer la ciudad vieja, seguramente para cumplir con algún esponsor.
Transitamos luego por vías de tren abandonadas, un puente férreo inolvidable, basurales, cantegriles, decenas de perros enloquecidos, canteras, montes naturales, prolijos y tupidos montes de pinos costeros, cañadas y arroyos.
Médanos interminables, amplias playas de fina arena, trillos de pasto, pajonales gigantescos, arbustos, zarzas, infinidad de alambrados electrificados y unos pocos caminos de balastro, que hacían de nexo entre un submundo y otro, de todo ese entorno tan solitario y peculiar.
La falta de senderos bien definidos durante el trekking fue la nota distinta, había que cortar camino por donde fuera, la brújula fue consultada asiduamente, la que felizmente siempre nos indicó que nuestros "GPS internos" estaban siempre bien rumbeados.
La relativamente breve orientación nocturna -por lo tarde que se largó- y toda la diurna fue impecablemente desarrollada, sin ningún tipo de error, a pesar de algunas dificultades impuestas por pequeñas cañadas que se encontraban bastante crecidas, desafiándonos para el cruce.
Lamentablemente se nos cerró la etapa de canoa, por lo tarde que arribamos a ella. Luego de ganar la prueba de tiro al blanco que coronaba el final del largo trekking, se iniciaba una dura etapa de Bike & Run (mejor dicho "yo Bike, tú Run") hasta llegar al lugar preciso donde estaba -o mejor dicho estuvo- nuestra canoa.
Jesús, te llevaste la guita de la canoa "de arriba" otra vez, somos tus mejores clientes...
Allí levantamos la bici de Gonzalo y partimos hacia el Paraje Minuano, a la Estancia el Terruño, base de operaciones de la prueba y alojamiento de nuestras expectantes familias.
Por allí apareció el amigo Gustavo de Los Cardenales de la cercana Juan Lacaze, dándonos un apoyo impresionante, trasladando incluso a nuestra familia para permitir el reiterado aliento sobre el propio camino. Ya nos había sorprendido la fruta que nos esperaba al final del trekking, que había sido dispuesta por él, a modo de un saludo sorpresa. Muchas gracias!!!
El cansancio acumulado en el trekking, incrementado por una preparación deficiente o nula, el peso exagerado de las mochilas, el exceso de carga inaudito, sumado a un estresante final "cabeza a cabeza" con otro equipo durante esa etapa de MTB, fue el desencadenante de nuestro abandono en ese preciso y peligrosamente tentador lugar, el PC11, base de operaciones de la prueba.
A esa hora, la organización ya había levantado varios PCs de MTB, por lo que nos permitiría hacer solamente 30km más de MTB para considerar completada la prueba, yendo y viniendo a Rosario desde la estancia.
Y bueno, si bien ahora parece totalmente inaudito haber abandonado por esa "mísera" distancia, en el momento el cansancio era abundante y el viento a la ida también, seguramente hubiera sido muy pero muy penoso.
Gonzalo tuve que resignarse a abandonar la prueba por allí, debido a nuestra imposibilidad casi total de seguir pedaleando, sobre todo en los frecuentes repechos. Tuvo que abandonar lamentablemente teniendo aún bastante resto, a pesar de haberse comido solito en forma heroica el Run del Bike & Run previo.
A grandes rasgos una muy linda carrera, se nos pasó volando, es lo que siempre sucede cuando uno la viene esperando con tantas ansias, expectativa y anticipación. El tiempo no ayudó para nada a los organizadores, corredores y sobre todo a acompañantes, pero puso su ingrediente peculiar durante toda la prueba.
Nos quedamos con las ganas de la canoa, y también de hacer más cantidad de MTB, obviamente. Extrajimos nuevas experiencias a aplicar en las próximas, corregimos errores de las anteriores y volvimos a reiterar otros, como por ejemplo la excesiva carga de alimentos y pertrechos varios.
La mayoría de la gente no lleva casi nada, es seguro que ni siquiera cargue lo obligatorio. Como siempre en Uruguay, los reglamentos se hacen minuciosamente para luego no respetarlos. Se exige muchísimo en la previa y luego no se controla nada de nada, es un desastre.
La estrategia para la próxima: llevar todo lo obligatorio -y demás- al punto de inicio de la prueba, por las dudas, tantear cómo viene la mano y eventualemente después no cargar nada de éso en la mochila, o bueno, casi nada.
Incluso habrá que hacer drásticos recortes a la hidratación, no sé, arreglate con todas esas cañadas que nunca faltan, el verdadero Charrúa no anda tomando esas porquerías de colores embotelladas !!!
Terminamos haciendo unos 31km de trekking, luego 10km de bike & run y casi 8km de MTB, previos al abandono. Hicimos casi los 2/3 del recorrido, al menos del que se nos permitiría hacer, a esa hora de carrera.
El broche de oro de esta fuerte vivencia lo puso obviamente el sorteo durante la cena de entrega de premios, donde Cuervos no fue llamado a recibir el premio del Tiro al Blanco por un error -luego reconocido- de la organización. En su lugar, este "perjuicio" fue sustituído con creces, nos llevamos una camperita Lippi muy prolija y una inmaculada MTB Gary Fisher, modelo Tarpon.
Todo el mundo asombrado y bien calentito, mientras esos Cuervitos desconocidos, que surgieron de la nada, se llevaban la camperita Lippi y sobre todo la deslumbrante bici para sus cuevas, en medio de la euforia de los niños que estaban prendidos como garrapatas al flamante birrodado.
Al fin ganamos algo, che !!!
Muchas gracias a los muchachos de Chips por todo lo que nos brindaron, también a los esponsors por los obsequios que ganamos y especialmente a nuestras familias, que nos bancaron a muerte en todo ésto, a pesar de lo fulero del tiempo, antes durante y después de la carrera.
Y ahora qué ? Está claro que la próxima será la Aventura Lobos de enero, seguro que esta vivencia de la XC tendrá efecto multiplicador sobre nuevos participantes allegados, dentro y fuera de los Cuervos, masculinos y femeninos. Qué así sea...
Arriba !!!
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