Sábado 23/10/2010: Ánimas 2010 - Seguimiento OREJANO on-line

HORA 15:10
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Cerrando la carrera, llega el equipo OREJANO a la meta. Según la Organización que los contactó, estuvieron varias horas perdidos. Esperaremos por conocer los detalles en las próximas horas, tendremos que ser pacientes. Ahora no llamamos ni locos, tras tantas horas de carrera y tantas peripecias, hay que aguantarse la curiosidad.

HORA 13:30
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Luego de 26 horas de competencia ininterrumpida, OREJANO es el único equipo en carrera que falta llegar a la meta. La organización manifiesta que están perdidos, pero que están bien.
Si, bien calentitos deben estar, jajaja...

HORA 11:00
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Diversos equipos van llegando a la meta, otros quedaron descansando en PCs anteriores, luego de abandonar. No hay aún noticias sobre la suerte del equipo OREJANO.
CHIPS abandona la pelea, junto a MOMIAS, derrotados por el PC 16.


HORA 07:00
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OREJANO seguiría buscando el PC13, según la organización, mientras que CHIPS intenta localizar el PC16.


HORA 05:00 - 06:00
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OREJANO está buscando el PC13, según lo que informa la organización. Están algo perdidos pero están ok, son lo únicos que faltarían pasar por el PC13. Suponemos que son los últimos que podrían hacer el recorrido completo, los demás que vienen dentrás ya tendrían el recorrido cortado.


HORA 02:04
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El equipo CIMARRONES, constituido por los amigos Leo Yozzi y Pablo Lapaz llegan a la meta, son los ganadores de la general, con recorrido completo. Felicitaciones !!!


HORA 18:30
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A 7 horas de la largada, el Equipo Nº 6 OREJANO, integrado por Diego González y Gabriel Aramburu aún están posicionados dentro del pelotón de los equipos de avanzada, en la posición 17, manteniendo una gran ventaja sobre el resto de los expedicionarios que vienen bastante detrás.

Una foto del Twitter on-line de la organización los muestra comiendo y descansando en el PC7, ya a punto de arrancar nuevamente para comenzar a enfrentar la noche en medio de las sierras. La verdad, una experiencia totalmente envidable, hay que ser nabo para no estar allí !!!! O no tener un mínimo de entrenamiento !!!! Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr !!!!!!!!!!!!

Acabamos de mantener un contacto telefónico con ellos, estaban muy bien de ánimo, plenamente concientes de que ésto recién comienza.

Siendo casi las 19:00 ya se dan los primeros abandonos en el PC4, los equipos de la vanguardia ya están transitando por el Abra de Castellanos o quizás intentado llegar a ella, para dirigirse a los PCs del este de la sierra.

Desconocemos el resto de los PCs, pues en la precaria foto que publicaron del circuito se ve solamente hasta el PC8 y luego 13 y 14.

Sea como sea, van a recorrer y conocer piedra por piedra toda la Sierra de las Ánimas !!!

Ampliaremos...

ISO Monte Ánimas 2010 - Éxito total - Todos ilesos

(la mayoría son obtenidas por Victorio, muchas gracias !!!)

Los diez expedicionarios nos reunimos en Pando , sobre las 22:45 del viernes 01/10/2010, para partir hacia el Abra de Castellanos, vía Solís de Mataojo, tal cual estaba previsto a último momento.

Luego del reacomodo de los autos al llegar a través de unos caminos de balastro siniestros, máxime a esa hora, logramos dejar uno al inicio y otro al final de la travesía.

Terminamos partiendo desde la portera de la zona de pruebas del Ejército Nacional sobre la 01:00 AM del sábado, con una lluvia persistente que comenzó precisamente al inicio de la aventura y que luego nos acompañó inseparable, casi hasta el amanecer. A esta altura la lluvia en la noche es algo cotidiano, no falta nunca. Qué la parió !!!
Carteles y advertencias varias, restos de campamentos militares recientes, casetas de práctica de tiro, tanques de combustible abandonados y dispuestos como posibles objetivos, todo fue poco respetado a nuestro paso. Por momentos, con el viento en contra al ascender, venían ráfagas de alcohol en el aire, el cual fluía de nuestros recipientes de bebida energético-espirituosa.

Tampoco se tomó especial conciencia del hallazgo de cierta cantidad de cápsulas de proyectiles de alto calibre que vimos y por supuesto recolectamos, granadas -supuestamente de humo y supuestamente ya utilizadas-, y unas cuántas decenas de metros de mecha por doquier, usadas y no tanto. Tomamos un par de metros, como para ayudar a encender un fuego más tarde, quién sabe, no? Ya veníamos con malos antecedentes al respecto y otra vez la lluvia, para colmo.

Y los muchachos de verde habían visto pasar los dos autos juntos una y otra vez por delante de sjus narices, de su campamento sobre el balastro de entrada. Apenas se recortaba la silueta de las tanquetas y las carpas militares en la penumbra. Increíble verlos allí, "¿Justo hoy de maniobras, muchachos ?" Nosotros ibámos y veníamos con los autos por delante de sus narices.
Pero no tuvimos ningún problema. Nadie nos fue a interceptar para sacarnos de allá dentro, ya situados en el propio corazón del Abra de Castellanos.

Mucho frío y lluvia, obviamente no les daba para tirarse hasta allá por tres nabos. Esos locos de los autos que andaban por allí seguramente estarían perdidos, no irían a meterse en la boca del lobo y mucho menos a esa hora.

Nuestras "maniobras" no podrían ser premeditadas. Y bueno, se confiaron. Y así de esta forma también se puede llegar a perder una guerra.

Nos colamos por el flanco norte de su defensa, incursionamos en su territorio con nuestros machetes y banderas en alto. Sedientos de victoria -y de un poco de vino-, una vez dentro del monte, ya era tarde para reaccionar.

Solo el helicóptero del Pepe podría haber intentado alguna defensa o siquiera detección de nuestra incursión.

Una liebre y un zorro intentaron detenernos ya casi al inicio sobre el balastro, pero veniamos como un cohete ambos bólidos, con demasiado retraso como para siquiera parar a saludarlos. Salvaron sus vidas de milagro y nada más.

Rumbo a la -maldita- cumbre del -maldito- Cerro Cueva del Tigre, recorrimos zonas de prueba de explosivos, esquivando cráteres que apenas asomaban en la oscuridad, entre una infinidad de rollos de mecha, lingas de acero, rastros de explosiones sobre las propias rocas del cerro, etc.
A las 02:00 AM dejábamos las construcciones derruidas por tanto disparo y explosión. Y luego, ya más cerca de la cumbre del cerro, todo aquello estaba muy inestable. A nuestro paso caían pequeñas rocas entre los riscos, las cuales demoraban interminables segundos en tocar el fondo de quién sabe qué. Cada pasaje de una roca a la otra era toda una aventura en sí. Cada uno de nosotros lo resolvía con una pirueta distinta. Manos y pies al máximo, cuidando el resbalón hacia quién sabe donde, dentro de esos oscuros huecos.

Una sensación increíble, máxime a las 3:00 AM y todavía lloviendo, como siempre.
Muy resbaloso, ventoso y con una incertidumbre total de por dónde subir. Tal fue así que prácticamente en el tramo final, cada uno de nosotros decidió trayectorias separadas. Nos reunimos allá arriba nuevamente, íbamos llegando en pequeños grupos, hasta donde se pudo subir y rápidamente iniciamos el descenso para el Cerro de Aguiar. La lluvia y el viento no invitaban a quedarse más rato quieto.

Mucho monte, con idas y vueltas, lluvia, espinas, viento frío, siempre circulando a machetazo limpio y muy al final, por algún claro reducido, intercalado entre monte y monte. Seguro que en futuras actualizaciones de Google Earth, figurará el rastro de los nuevos senderos que hemos creado para beneficio de toda la humanidad.
El cielo estaba tan encapotado que a pesar de respetar casi al unísono la orden de apagar todas las luces, nos costaba unos cuantos segundos divisar las demás cumbres vecinas como para enfilar hacia ellas, para no tener que sacar -y mojar- nuestros mapas y brújulas.

Diego ya conocía bastante el terreno desde la semana anterior, los destinos los tenía claros, simplemente ahora variaría un poco por dónde los abordáríamos, con respecto a su travesía anterior con Gabriel.

Llegamos al fin a la parte despejada de la base del Cerro Aguiar, luego de trasponer uno de los dos peores capítulos de la aventura, este era el primero: El monte nocturno entre esos cerros, el Cueva Del Tigre y el Aguiar.

Algunos subimos a la cima, otros quedaron a media altura, sobre un alambrado. El frío había comenzado a hacer estragos. Nadie podrá saber qué hubiera sido preferible, si quedarse a aguardar el regreso por unos cuarenta y cinco minutos, o tirarse hasta la cumbre, pues frío hacía en todos lados y en ambas opciones.

Abajo al quedarse quieto -transpirado por dentro y mojado por fuera- debe haber estado tan espantoso como al mantenerse subiendo, en movimiento pero con un viento helado bastante mayor.

Luego de despertar bruscamente a unas cuantas vacas que increíblemente dormían en la propia ladera empinada del cerro, tal vez buscando abrigo del viento, llegamos a la cumbre, apagamos nuestras luces y allí Diego nos indica que no era así: atrás nos esperaba otra cumbre, la verdadera.

Cerro traicionero, no se dejaba ver de una nomás, mucho menos a esa hora. Apenas habíamos ascendido, aparecieron las luces de Solís de Mataojo y también las inconfundibles del cinturón luminoso de Punta Del Este. Pero al rato de seguir ascendiendo todo desapareció, las nubes quedaron debajo nuestro, lo que nos provocó una curiosa sensación de aislamiento, ya no se veía nada, ni siquiera las luces de nuestros compañeros allá bajo. En definitiva, ya la primer cumbre los había tapado. A ellos y a nosotros. Por ello, la interrupción del minucioso seguimiento de ellos los hizo pensar que estábamos bajando el cerro por el otro lado. Tenían que ser pelotudos estos locos allá arriba, ¿no? Noooo, nada que ver.

Recordamos especialmente el pasaje de partículas húmedas delante de nuestras luces, era como una llovizna horizontal minúscula, de aspecto muy curioso al pasar delante de nuestros leds. Seguramente eran las propias nubes que nos estaban cruzando, guiadas por un viento constante.

Volvimos a bajar casi a ciegas, por caminos que no coincidían con los del ascenso, hasta lograr divisar las salvadoras luces de nuestros compañeros, bastante apartadas del camino que naturalmente hubiéramos tomado por sí solos para regresar a ellos.

El ánimo general ya había bajado muchísimo por el viento, la lluvia y el plantón. No quedó claro por qué nos separamos, por qué algunos subimos y otros no, casi sin hablarnos.

Las consecuencias de un día de trabajo normal con un cierre de jornada anormal, también hacían estragos, con bostezos cada vez más frecuentes.

Al rencontrarnos decidimos parar por allí a comer algo, una fast-food, nada de asados ni chorizos ni nada, cada uno se arreglaría con lo que se trajo. Diego y Fernando abrieron una madriguera en medio del cerrado monte, pues en las zonas despejadas no se soportaba el viento frío de las sierras.

Intentamos un pequeño fuego allí mismo, dentro del monte, la no propagación estaría asegurada, llovía incluso dentro del propio monte. Al mover las ramas para extraer ramas secas, como combustible inicial, nos empapábamos aún más.

Y en definitiva logramos prenderlo, con un "Observador" del lunes, un par de envoltorios de barritas, una bolsa de papel de panadería, cuatro metros treinta de papel higiénico y ciento setenta y dos ramitas casi verdes y completamente húmedas.

Aquello era más anímico que físico, la llama daba un poco de fuerza al espíritu, aunque también salía bastante vapor de nuestros pantalones y guantes muy próximos a la pequeñísima hoguera.

Alimentamos con algunas ramas de mayor calibre, que no abundaban. De esta forma se mantuvo encendido un buen rato, a pesar de los movimientos bruscos de ramas dentro de la fogata que algunos intentaban. Como el More, buscando obtener quién sabe qué objetivo.
Y con el fin del fuego -orín mediante- se terminaron algunas otras cosas, como por ejemplo la integridad del contingente. Hubo algunas discusiones, intercambio de ideas de qué hacer, hasta que en definitiva se resolvió que algunos integrantes retornaran al primer auto con las llaves de ambos, para recuperarse del frío y del sueño. Y de paso reunir ambos vehículos en el tan lejano, a esa altura, punto de llegada pactado.

Opiniones de seguir tal cual lo previsto, con Diego a la cabeza. Opiniones de cortar ya, con Franco pregonando "Diegoooo...sacame de la montaña....vamos pal' Celta, dejate de cosas...."

Opiniones intermedias, dubitativas, de Victorio y quién suscribe, en medio de los dos grupos polarizados.

Siendo las 06:00 AM aproximadamente, se vuelven cuatro: Franco, los Pablos y Jóse, uno de los tres amigos que trajo engañados Pablo Ch. mediante quién sabe qué verso. Por otro lado siguen firmes adelante Diego, Fernando, el "Cabeza I", el "Cabeza II". Victorio y Daniel -los más veteranos en edad- dudan, esperando decisiones mutuas, al final ambos se vuelcan a seguir.
Quedaríamos seis por un lado y cuatro por otro, con rumbos ahora contrarios. Ambos grupos con mapas, brújulas y sendos GPS, como último recurso que en definitiva nunca utilizamos. El que lo encendía obviamente quedaba automáticamente descalificado, suspendido y descertificado ISO por seis meses. Se llevaron solamente como emergencia y eventualmente para identificar/ratificar alguna cima de noche, ingresando las coordenadas de cada cerro a visitar, las cuales llevábamos impresas en una planilla en papel.

Pero no fueron necesarios en ningún momento, casi ni siquiera utilizamos las brújulas, el rumbo estaba bastante claro aún en la oscuridad, lo que estaba turbio era el tránsito de por dónde exactamente tomar en cada tramo que iba de una cumbre a la otra.

A los cuatro autorescatados les esperaría un pesado camino de regreso. En definitiva aparentemente no lo fue tanto, antes de las 08:00 AM ya estaban listos para transportar el Celta hacia el punto final, junto al Gol, que nos esperaba allá lejos, desde la madrugada anterior.
Mientras tanto, con un montón de dudas para alguno de nosotros, salimos en busca de la cumbre del Cerro de las Lagunitas, el cual se mostró bastante hostil, en algunas partes hubo que ayudarse con un alambrado que subía hacia la cima, el trayecto era bastante empinado y pedregoso.
Ese primer gran cerro, el primero diurno, constituía personalmente lo que Fernando Parrado vivió cuando escaló la primer montaña junto a Canessa: una incertidumbre total de lo que vería del otro lado de ésta.

Para él, resultó una interminable cadena de montañas nevadas, en vez de los verdes valles de Chile. Para nosotros, resultó una increíble sucesión de cerros enormes casi pegados, desafiantes, en vez del VW Gol abajo en la planicie, hasta con sus valizas encendidas, como saludándonos.

Esta escalada fue hecha mientras amanecía, rodeada de un escenario peculiar. No se amanece muy seguido en este tipo de entornos, por ello resultaba obligatorio mirar a los costados constantemente para no perderse todo aquello, aún a riesgo de volver rodando cerro abajo y luego tener que volver a empezar.
Alcanzamos y superamos la cumbre, filmamos, sacamos fotos y seguimos, con un viento frío lateral que se hacía sentir y comenzaba a secarnos casi por completo nuestra vestimenta castigada por la lluvia de la noche.

Luego fuimos en busca del Cerro Dos Hermanos. Lo superamos sin mucho para comentar, el terreno mejoraba sustancialmente, solo pastos, yuyos pequeños y mucha piedra chica y mediana.
Recordamos el hecho de divisar hondos valles increíbles entre los cerros y la imponencia del Cerro Tupambaé, próximo rival que aparecía allí detrás de éste, como esperándonos. "¡¡¡No me jodas que vamos a subir ése!!!"

El Tupambaé parece ser el hermano mayor de todos los cerros de la región, solamente superado por su padre, el Cerro de las Ánimas, claramente identificable a nuestro frente, al sur.

Volvimos a bajar y luego subir a una cima intermedia -la cual no aparece identificada con un nombre en el mapa- para luego ir por el Tupambaé. ¿Acaso sería el otro hermano que faltaba?
Impresionante el Tupa desde dónde se lo mire. También era impresionante divisar allá atrás los cerros ya recorridos. Parecía mentira dejarlos atrás relativamente tan rápido, sobre todo pensando en las penurias del tránsito de la noche anterior.
Ingerimos algún gel para recargar los gemelos que acusaban algo de dolor por el esfuerzo y allá fuimos, con distintos ritmos cada uno, algo separados, a coronar los cuatrocientos setenta y pico de metros, del hermano mayor, un montón de pasto, yuyos y piedras como si hubiesen sido desparramadas prolijamente desde la cumbre con un helicóptero.
Llegamos a la cima, al techo de nuestro teatro de operaciones, la vista era única, parecía que se veía casi todo el Uruguay desde allí.

Prácticamente de un lado nos llegaba el olor a coliflor desde Botnia y del otro, el olor a lobo desde el Cabo.

Más fotos, videos y observamos las curiosas formaciones rocosas (¿indígenas o alienígenas?) de la cumbre, un territorio bastante plano y reducido para semejante cerro. ¿Acaso los parientes celestiales del Vampi ya habían estado allí en glaciaciones anteriores? Fue donde más nos detuvimos, el sitio lo ameritaba. Un lugar seguramente con gran energía.

Comenzamos el descenso por el lado opuesto, como lo veníamos haciendo con los tres cerros anteriores, para ir a enfrentarnos con nuestro siguiente rival, el desconocido Cimarrón.

Allá abajo nos esperaba, con un entorno al parecer bastante más complicado, haciendo honor a su nombre. El hecho de bajar y volver a subir tuvo alguna dificultad mayor que los anteriores, hubo que hacer un rodeo, seguir los rastros del ganado allí presente, el cual parece ser bastante hábil para elegir el descenso, para luego poder comenzar a trepar nuestro último cerro.

La vista del Tupambaé a nuestra espalda era impresionante, costaba creer que estábamos allá arriba hace tan solo unos pocos minutos. Ya estábamos coronando nuestra séptima cima, tal cual lo acordado de antemano. Espectacular !!!

A diferencia del anterior, la cima del Cimarrón si bien era más baja, resultaba interminable, se extendía a lo largo, hacia el sur. Y todo está hecho por la Naturaleza con un propósito, ese cerro fue concebido así para aumentar la intriga de cómo bajarlo. Demora en mostrarte el terrible monte que lo rodea detrás, terreno que nosotros deberíamos recorrer en su totalidad para llegar al auto.

Para Diego este cerro era también desconocido, pues con Gabriel la semana pasada fueron directo del Tupambaé hacia el Cerro de la Virgen por un recorrido inconcebible, que apenas se lograba divisar desde allí en el horizonte. Una locura.

A nuestra izquierda, aparecía este cerro, el cual verdaderamente parece ser tres cerros juntos, dos menores a los costados y uno más alto al medio, con la supuesta virgen que algún día visitaremos seguramente. Y por supuesto, tendrá que ser de noche.
Antes de iniciar el descenso del Cimarrón, Diego verifica la posible posición de los autos, supuestamente ya estarían juntos. Por el momento no quisimos llamar a los demás para no despertarlos. Diego aseguraba que los autos se encuentran en un cruce de caminos muy distante de nosotros, imposible de calcular, tal vez a dos o tres kilómetros en línea recta, cerro abajo.
Estudia un poco la situación observando el entorno y nos asegura que los autos estaban precisamente allí, hecho que era imposible constatar visualmente, ese punto estaba muy lejos. Y así emprendemos el descenso, por un monte que comienza a mostrarse y complicarse, sin senderos ni trillos de ningún tipo. Tampoco era propicio para que el ganado nos hubiera abierto caminos, aunque sea de unos pocas decenas de metros, para ahorrarnos un poco de machete.

Gracias a una llamada de Victorio a Pablo, para que éste moviera su auto para adelante y para atrás, logramos distinguir un puntito negro que se movía, precisamente en el lugar pronosticado por Diego. Un lujo.

En ese momento les comentamos que ya íbamos para allí, que en un ratito estaríamos llegando, que miraran hacia el sol que nosotros bajaríamos de ese cerro, apareciendo desde allí. Y ese ratito se transformó en dos interminables horas, transitando un tupido monte donde el reloj se detuvo y la luz del sol casi desapareció. En medio de esa vegetación, no se sabía si eran las nueve de la mañana o las seis de la tarde.
Idas y vueltas, abriéndonos paso a machetazo limpio en manos de Diego o Fernando, avanzando a veces casi en cuclillas, haciendo equilibrio, quedando atrapados por zarzas, arbustos espinosos, etc.

Un alambrado que bajaba desde el cerro en diagonal, iba directamente hacia los autos. Éste fue nuestra guía permanente. El tránsito siempre fue muy dificil junto a él, este monte constituyó nuestro segundo y último gran escoyo de la aventura.

Casi al final, a punto de perecer sepultados en el olvido debajo de tanto yuyo, optamos por cruzar al otro lado del alambrado, en busca de unas rocas que sobresalían apenas de entre la maraña de arbustos. Sobre ellas debería haber menos vegetación. Y así lo fue, aunque en parte, además ahora se agregaba la complejidad de tener que bajar en escalones.
Dimos con una cañada que formaba una pequeña cascada escondida, donde aprovechamos para parar a comer algo y enfriar la cabeza, recuperar la calma y poder ver mejor por dónde íbamos a salir.

Seguimos la cañada aguas abajo cruzando a una y otra orilla, siempre intentando contactar algún sendero, en vano. Luego volvimos a cruzar nuestro alambrado guía y al final se produjo el milagro: salimos a un claro, sobre suelo ya horizontal.

Era un sueño, de allí a los autos fueron tal vez un kilómetro y medio más, pero pasó volando era un placer transitar por allí después de tanto monte. Solamente una última cañada fue la última complejidad, como despedida de la zona.

Nos rencontramos todos en los autos, algunos nos cambiamos de ropa, otros durmieron un rato sobre el propio balastro, charlamos, descansamos, tomamos algo, etc.

La aventura terminaba, Diego dormía un rato, pues luego encararía en solitario la recuperación de su campera en el lejano Cerro de la Virgen, que había extraviado la semana anterior. Nos dejó en el Peaje Solís y se volvió otra vez a los cerros con un espíritu a toda prueba.

Terminó recorriendo descalzo la cumbre. Las ampollas por esta travesía y la de la semana anterior le hicieron pasar a modalidad ojota, y luego la rotura de éstas en el barro, lo llevaron directamente a modalidad charrúa.

Fueron cuatro horas más de aventura adicional, en solitario, sin haber encontrado la famosa campera. Quedará para otra vez.

Una linda despedida nos dio ese Cerro Cimarrón, con su ladera completamente cubierta con un monte descendente, sin ningún tipo de caminos ni senderos, ni trillos de ganado, nada.
Estaría buenísimo plantearse una nueva travesía pero al revés: intentar subir ese cerro por allí mismo, por ese monte y por supuesto....."de noche"...

Recorrer esas cumbres de madrugada en orden inverso, para terminar en el maldito Cerro Cueva del Tigre en horas de la mañana, para volver a verse cara a cara con él, pero a la luz del día.

El Betete será impenetrable, obviamente se debe agravar aún más intentándolo de noche y por fuera de los caminos turísticos, pero nos quedó claro que el Cimarrón no se queda muy atrás.
Allá arriba, en la fría, ventosa y tenebrosa cumbre del Aguiar durante la madrugada, juré que ésta sería mi última "ISO MONTE", pero ahora que lo vuelvo a rememorar, me parece que el juramento se me va al c........
Imposible traerse todo lo visto en fotos o videos, mucho menos poder plasmar las experiencias y sensaciones nocturnas. Un lugar increíble, da para volver más de una vez.

La mayoría fueron tomadas por Victorio, hizo una excelente cobertura gráfica. Su rostro aparece en unas ciento ochenta y cinco fotos, con ciento ochenta y cinco paisajes diferentes de fondo.

En breve proporcionaremos también algunos videos que pudimos captar durante la etapa diurna.

Recertificación "ISO MONTE 2010": Etapa Ánimas

Este viernes 1º algunos volveremos a certificarnos y otros a recertificarnos de acuerdo a la Norma ISO MONTE.

Obviamente será de noche, cumpliendo con los más altos estándares de la tozudez humana.

Nuevas presencias y también ausencias; se baja el Gaby, por tener que atender importantes asuntos impostergables y aparece el "More", entre otros, en busca del ansiado y postergado pergamino.

El Seba también se queda por el cambio de hora. Pelotudos, justo se les ocurre cambiar la hora este fin de semana !!! No costaba nada consultarnos...

Algún amigo más, entre ellos tal vez venga Victorio, aportando su madurez y su temple entre tanto anormal suelto.

Y las caras de siempre, de las que no pueden faltar, Diego, Franco, Pablito Chaer, Fernando y quién suscribe.

Gaby, se te va a extrañar...pero bueno, algún fin de semana tenés que parar un poco en tu casa !!!

También surgen nuevos desafíos, nuevos cerros, con corrección de errores anteriores y por supuesto también con nuevas metidas de pata (en el agua, obvio).

Lo que es agua, auguran bastante, así que nuestro nuevo "teatro de operaciones" (literalmente lo es) se vestirá de gala con sus mejores barros y cañadas por doquier, para salir a nuestro acecho con lo mejor de lo mejor.

Lo zona a burlar será un conjunto de cerros que pertenecen a la cadena sur de la Sierra de las Ánimas.

La recorreremos de norte a sur, comenzando en el Abra de Castellanos, una de sus puertas de entrada, tomando rumbo sur por uno de sus brazos, para coronar el Cerro Cueva del Tigre.

Con un ida y vuelta hacia el noreste, iremos a visitar al Cerro Aguiar, cita obligada del recorrido.

De allí volveremos al sur para ir al encuentro del Cerro de las Lagunitas, luego ascenderemos a los Cerros Dos Hermanos, Tupambaé y Cimarrón.

Qué fácil resulta contarlo, como si todo se tratara de unas tristes lomitas, já!

De este último cerro aún no tenemos ni pálida idea por dónde bajarlo, para poder volver a la civilización, lograr retornar al camino de balastro que nos conduce a Gregorio Aznárez.

Luego se plantea una segunda etapa, ir hasta el Cerro "X" en busca de la campera de Diego, que allá nos está esperando, desde hace unos días.

Diego y Gabriel estuvieron por allí precisamente la semana pasada (¡¡¡???!!!), o sea que ya están recontrarecertificados ISO MONTE, todo hecho como previa a su actuación en los 100k de la Sierra de las Ánimas. Seguro que cuando llegue el momento, lo harán mayoritariamente con los ojos cerrados, en piloto automático, jajaja...

Por razones de seguridad no especificamos por ahora cuál es el cerro, obviamente, no sea cosa que nos larguemos como unos nabos hasta allá y la famosa camperita sueca ya no esté. Hay que orar, tener fe, y en ese tema, ese cerro seguro no nos puede fallar. Vos me entendés...

Otra vez 9 ó 10 expedicionarios nos haremos al camino, aunque esta vez todo el tránsito será en conjunto, en un solo contingente, salvo que surja alguna improvisación en el momento, para condimentar aún más la aventura.

La travesía se iniciaría con un recorrido por ahora secreto, por razones de seguridad nacional. Lo único que podemos adelantar es que nuestra idea es no generar más cráteres de los que ya hay por allí ni tampoco rellenarlos con nuestros cadáveres frescos y humeantes.

La locura se disparó, ya no hay marcha atrás, comienza la cuenta regresiva, la preparación de mapas, luces y demás pertrechos.

La alimentación sólida variaría sustancialmente, no así la líquida, que es intocable.

Ahora, la ingesta sería tipo "gurka", de supervivencia pura, cada uno se las arreglará como pueda, nada de asaditos, choricitos, hamburguesas maracas ni demás mariconeadas. Si querés carne, andate a un carrito en Pan de Azúcar.

Ampliaremos...

ISO Monte 2010: Segunda y última parte del relato

Desde este link de Divshare (archivo PDF de 2MBytes), puede bajarse la última parte (II) del relato de la ISO Monte 2010, llevada a cabo en Aguas Blancas, el 13 y 14 de Agosto.

Por supuesto ya estamos preparando (¿¿!!??) la próxima, para setiembre o a más tardar, en octubre.

Plazas limitadísimas, hay que anotarse a la brevedad, presentando la constancia de RedPagos respectiva.

Porque en cualquier momento arrancamos a organizar algo más en serio e incluso a cobrarles.
Cuánto más se cobre, mejor organizado pintará de antemano, hay que cuidar la reputación de la prueba.

Total, por una carrerita de mierda que no te dan nada o casi nada, te afanan mal, con una amable sonrisa a la hora de largar. Clinc, caja !!!

Y en esta aventura casi no se te va a dar de comer, seguro pasarás hambre, bastante hambre, pero algo de beber siempre habrá, aunque no es seguro que te hidrate, sino efectivamente todo lo contrario.

Y también es seguro no te vas a aburrir, o capaz que ni te vas a dar cuenta, por caer inconciente al poco rato de largar.

ISO MONTE 2010: Relato (parte I), fotos y video

Aquí va la primera parte del relato, un texto muy breve y escueto de apenas 17 páginas.
Para bajar el archivo en Formato PDF, hacer click aquí. Suerte en pila, tengan paciencia, el sitio de hosteo es una kk !!!

Para acceder a las fotos (la mayoría son de Pablo) obtenidas durante la travesía, hacer click aquí.

A continuación puede reproducirse una breve recopilación de videos obtenidos también por Pablo.




Gracias Pablo por el excelente material !!!

Éxito total en ISO MONTE 2010: 9 expedicionarios - 9 sobrevivientes

Una jornada espectacular, donde el tiempo acompañó plenamente, pues no faltó la lluvia intermitente, el viento, mucho barro, todas las cañadas crecidas, falta total de leña seca y mucha bosta por doquier.

En definitiva no hubo bajas, los 9 volvimos salvos, aunque en algunos casos tal vez no tan sanos.

Fue una "carrera de aventura" pero sin carrera, solamente pura aventura.

Estuvo impresionante, fue como comerse solo la frutilla de la torta, como sacarle el dulce de leche a la torta de la suegra y tirar el resto, como comerse el corazón de la sandía, elegir solamente las mejores uvas del racimo.

Nada de estrés por llegar a los PCs a tiempo, ni dramas por alcanzar las transiciones.

Solamente nos decidimos a degustar uno de los ingredientes más atrapantes de este tipo de carreras, la navegación nocturna.

Y fue realizada por el mero hecho de vivirla, sin metas ni objetivos de ningún tiempo a cumplir.
El propósito eran los medios y no el fin, era los "por dónde", y no tanto los "a dónde".

Las metas eran simbólicas, simplemente planteadas para poder vivir los medios de alcanzarlas de una forma más o menos pensada de antemano.

Y se nos fue la mano, a nadie se le puede ocurrir coronar esos cerros a las 02:00 AM, sin luna, en gran parte sin trillos, cruzando montes naturales.


Y menos aún, a ningún organizador se le ocurriría plantear una travesía sin siquiera conocer de antemano el recorrido, o al menos tener una idea de la zona en general que se iba a transitar.

La analizamos un poco por Google Earth, el mapa del Ejército y ya con éso nos bastó.

Y lo medular del ejercicio fue un éxito total, más o menos a la hora prevista, los 2 equipos nos reunimos en una cima, en medio de la oscuridad total, habiendo ascendido por trayectorias totalmente opuestas, con rodeos previos con dificultades importantes.

Fue como un milagro encontrarse con esas luces amigas precisamente frente por frente al rumbo que tomábamos, luego de atravesar cañadas, confusos senderos, montes tupidos y terminar ascendiendo por unas rocas enormes, a las que nos teníamos que prender como garrapatas.

Dificil de compartir con palabras lo que se vivió en esa cumbre, las vivencias previas y también las posteriores.

Iniciamos la expedición al bajarnos del bus a las 22:30 del viernes y la culminamos a las 15:00 del sábado al volver a subirnos.

Si habrá para contar...

Seguramente no faltará algún relato. Siempre breve y concreto, como es de costumbre, jajaja...
Y gracias a Pablo poseemos un sinfín de fotos y videos, están notables, muchas gracias por el esfuerzo.

Habrá que ver el resto del material gráfico obtenido, pero ya con lo que vimos hay bastante.

Ampliaremos...


Viernes 13/08/2010: "ISO MONTE 2010" - Segunda y última Carta

Todo listo para arrancar, al final pudimos definir 2 expediciones, a realizarse por los equipos "Norte" y "Sur". Hubo retoques del inicio y todo el recorrido a los cerros fue recontrachequeado metro a metro, en Google y cartografía del Ejército.

Sobre las 22:00 hrs estaremos arrancando todos juntos desde el km 105 de la Ruta 8 (34º24'52" S - 55º21'57''W), desde uno de los múltiples cruces con la ruta vieja, unos pocos km antes de la otrora famosa "Curva de la Muerte", sobre las propias nacientes del Solís Grande.

Desde allí transitaremos 8km de balastro con rumbo sur, luego se sigue un alambrado campo adentro por unos 800 mt. tomando a la izquierda, hacia el este.

Allí comienza la aventura, se conforman los 2 equipos, se separan sus integrantes, tomando rumbos norte y sur, lo que obviamente da los nombres a los equipos.

El punto exacto de separación es: 34º 28' 42" S - 55º 21' 26" W.

El "Norte" bordea un monte rectangular, en sentido horario, hasta llegar a un claro al noreste, para luego intentar atravesar un monte natural que no muestra ningún sendero posible de acceso en Google, para luego dar con otro claro más pequeño y bastante dificil de hallar, máxime de noche. Allí está planteada la dificultad mayor de este equipo.

Desde allí luego surgen algunos trillos y senderos, para bordear el "Cerro Alto" (340 mt s.n.m. 34°28'38"S - 55°20'21" W), siempre en sentido horario. Allí se toparán con una gran incertidumbre de senderos y algún alambrado, como para iniciar el último tramo de ascenso a la cima, punto de rencuentro con el otro equipo.

El equipo "Sur", arrancará unos 500mt en dirección opuesta (al sur, obviamente), teniendo que sortear 3 ó 4 vertientes de una cañada que seguramente estará bastante crecida. Allí radica la mayor dificultad de este equipo. Por allí tendrán que ubicar, dentro del monte, girando 90º hacia la izquierda, hacia el este, el inicio de unos confusos senderos ya dentro del monte, posiblemente hechos por el ganado, de los cuales uno de ellos conduce a la cima de un cerro contiguo al Cerro Alto, luego de transitar unos 1.2km de puro monte cerrado.

Una vez alcanzada la meta inicial sobre esa cima, se deberá intentar cruzar al este al otro cerro, el Cerro Alto, sitio previsto para el rencuentro de ambos equipos, obviamente aún en la oscuridad total de la noche sin luna.

Desde ese punto se iniciará el descenso de todo el contingente desde la cima del Cerro Alto hacia el este, posiblemente desandando parte del camino que hizo el equipo Norte, pero ahora con marcado rumbo este y luego sureste, en dirección a la "Tapera del Gaby" (posiblemente ubicada en 34º 29' 32"S - 55º 18' 03" W) , con intenciones de armar un fuego para intentar comer algo no muy crudo.

Además hay que neutralizar un poco la abundante ingesta asegurada de vino tinto y grappamiel (perdón Franco, "Gatorade sabor Miel")

Esta construcción derruída fue hallada por Diego y Gabriel en la primer incursión diurna que realizaron en Aguas Blancas en 2009. No se tiene certeza de su exacta ubicación, mucho menos de madrugada, en medio de numerosos montes y confusos senderos poco marcados en Google, mucho menos en la Cartografía de 1967 del Ejército.

Desde allí, se intentará salir de todo ese lío a través de la Portera al sur, sobre la Ruta 81, punto inicial de alguna expecidión de práctica organizada por Leo Yozzi el año pasado (34º31'07"S - 55º19'39"W).

La idea original era transitar con rumbo este desde la Tapera hasta el Castillo de Batlle (34º30'02"S - 55º15'34" W), para luego desde allí salir por la Portera de la Ruta 81, a través de los Tres Cerros (34º 30' 52" S - 55º16'02" W).

Pero es muy posible que esa travesía se extienda demasiado, resultando agotadora para la mayoría de la expedición. De esa forma, el Trekking se extendería más allá de los 50km.

Y bueno, se verá...

A esa hora seguramente ya amanecerá, así que algo "se verá"...

Una vez en la Ruta 81, bastará avanzar al oeste a buscar la Ruta 8, a unos cuántos kilómetros de allí de la Portera, para poder abordar el bus de regreso, si es que en definitiva se anima a llevarnos.

Con el exceso de equipaje, todo el barro que portaremos encima al regreso, no es nada seguro que se detenga a ver todos esos harapientos muertos de hambre y de frío, con las patitas seguramente bien mojadas.

No les prometemos seguirnos por Facebook ni Tweeter por que allá ni siquiera hay señal de celular, jajaja...suerte en pila.

Para aquellos que se preguntan por qué aburrimos con tanta coordenada precisa al dope, les contamos que ésto constituye nuestro seguro de vida, para que nuestras esposas, novias, madres y demás deudos (la mayoría sumidos en la más completa ignorancia sobre todo ésto) puedan pasar estos datos vitales a la Mesa Coordinadora de Búsqueda y Rescate de la Fuerza Aérea Uruguaya, como para intentar un rescate y evacuación, antes de que resulte irremediablemente demasiado tarde. Como ya es sabido, no contaremos con vehículos de autorescate propios, así que...a esperar el helicóptero, hermano, dejate de quejar y mariconear y seguite apretando la herida de la Yara !!!

Ampliaremos...alguien lo hará...

Las claves de acceso para escribir en esta página quedan en poder de un escribano público designado a tales efectos, en sobre cerrado, para que aquel expedicionario que sobreviva pueda contarlo y plasmarlo aquí...

Es de rigor que a todos los familiares se les puedan narrar los últimos minutos de las vivencias ocurridas allá en el primer ISO MONTE 2010.

Viernes 13/08/2010: "Certificación ISO - Aguas Blancas"

En plena noche de brujas de viernes 13, sin nada de luna y en medio de las serranías, llevaremos a cabo la primera "Certificación ISO", ronda Aguas Blancas, con miras de extender los certificados de aptitud respectivos a los participantes. Esta certificación será requisito insalvable para expediciones de mayor porte, a llevarse a cabo en el correr del año.

Al menos en los planes previos, esta expedición pinta con una dificultad tal que, al compararla con una etapa nocturna de Trekking de la Carrera de Aventura De Sol a Sol, esta última sería como ir al Súper del barrio a comprar malvaviscos acompañado del dinosaurio Barney, una verdadera mariconeada.

La partida es desde Tres Cruces el propio viernes 13 sobre las 20:00 horas, horario a confirmar, con destino final la intersección de las rutas nacionales 8 y 81.

Desde allí se recorren los 8km de balastro -por Ruta 81- que nos separan del Camping de Aguas Blancas, donde comienza la verdadera aventura.

Una vez arribado todo el contingente al Camping, la expedición se divide en dos grupos, los cuáles deberán tomar caminos separados en dirección noreste, uno transitará más por el norte y el otro más por el este, para volverse a encontrar en la cima más norteña de los "Cerros Grandes", componentes de una serranía (Sierra de Minas) que alcanza los 340 mt de altura s.n.m.

Por supuesto que para alcanzar esta elevación habrá que atravesar y superar uno de los montes más tupidos de la zona. Es de imaginar que el tránsito no será ni por balastro, pastito, cultivos, ni siquera un trillo de piedra. Se intentará abrir nuevos caminos, para dejar nuestro rastro comprobable luego en posteriores actualizaciones de imágenes del Google Earth.

Una vez coronada la cima, los expedicionarios se vuelven a reunir en un solo grupo para emprender el descenso por el otro lado, hacia el este, en dirección al Castillo de Batlle.


Durante este tramo de la travesía se hará una escala técnica de reabastecimiento, se quemará algún palito que intentará al menos oscurecer o chamuscar alguna hamburguesa, chorizo, etc.

Al final de la página, se establecen las restricciones y obligaciones en cuanto a los pertrechos que puede y/o debe llevar cada integrante.

Se mantiene la reserva sobre la ubicación precisa de este punto de detención ("La Tapera del Gaby"), por razones de seguridad. Por otro lado, si bien este punto ya está bastante definido, también hay que encontrarlo en medio de la noche.

Luego de arribar a las cercanías del Castillo de Batlle y de no constatar ningún disparo de escopeta a esa hora de la madrugada, se comenzaría el regreso hacia el Camping, transitando la zona de "Tres Cerros", con intenciones de lograr salir nuevamente a la Ruta 81, ya sea por la portera ubicada unos km al este del Retiro de los Salesianos, o bien utilizando la vía de escape que determine el móvil de la morgue forense que intervenga en la ocasión. El recorrido previsto es bordeando otro tupido monte, por supuesto, para desembocar en el arroyo que nos guiará a la salvación.

Es posible también que ante alguna contingencia, deba respetarse alguna decisión del Centro Coordinador de búsqueda y rescate de la Fuerza Aérea Uruguaya, alterando el camino de regreso, ante imposibilidad del descenso de las aeronaves de rescate.

Una vez alcanzada nuevamente la Ruta 81 y en caso de haberlo logrado aún con vida, se retorna a la zona del Camping, pero solamente para continuar hacia la Ruta 8, con intenciones de poder abordar el bus de regreso a Montevideo.

Puede existir gente que tendrá que laburar el lunes y a esa altura seguramente faltarán solamente minutos para la entrada al trabajo, así que habrá que meterle fierro, a 5min/km o incluso menos.

La organización se reserva el derecho de recortar imprevistamente el recorrido, especialmente el de regreso hacia la portera, previa evaluación del grado de hipotermia, alcohol en sangre, picaduras de víbora, etc, que puedan surgir del minucioso relevamiento de los integrantes de la expedición.

Asimismo debe tenerse en cuenta que la organización también puede actuar en sentido contrario, agregando alguna etapa de mayor dificultad a la actividad prevista de antemano, si considerara que la expedición está resultando una mariconeada.

Bastará que dos integrantes de la misma estén de acuerdo en aumentar la complejidad, para que la decisión quede laudada. Ya sabemos a quiénes nos referimos, no hace falta dar nombres. Y el que no agarre viaje, que se vuelva como pueda, hermano, caminá para el oeste que tarde o temprano te vas a topar con la Ruta 8...

En total está previsto un recorrido total de unos 40km, pero como bien se dijo, esta magnitud es simbólica, es posible que la misma aumente en la realidad, o bueno, si alguno afloja, se verá...


EQUIPAMIENTO PERSONAL OBLIGATORIO

- Manta térmica
- Sobre de dormir
- Ropa técnica
- Botiquín conteniendo: gasas, iodofón, antitérmico, antihistamínico, antinflamatorio, analgésico, suero antiofídico.
- Celular
- GPS
- Casco
- Geles
- Agua en cualquiera de sus estados alotrópicos
- Fotos de la familia
- Deslinde de responsabilidad firmado

QUEDA EXPRESAMENTE PROHIBIDO TRANSPORTAR TODOS Y CADA UNO DE LOS ÍTEMS NOMBRADOS PRECEDENTEMENTE, SO PENA DE SER DESCALIFICADO Y SUSPENDIDO PARA CERTIFICACIONES Y EXPEDICIONES FUTURAS.

ANTE LA DETECCIÓN DE CUALQUIERA DE ESTOS EQUIPAMIENTOS, EL PORTADOR SERÁ ABANDONADO A SU SUERTE, DESPOJÁNDOLO DE TODO SUS SUMINISTROS, SALVO DOS MEDIDAS DE GRAPPAMIEL POR UNA CUESTIÓN HUMANITARIA.

Por otro lado, está PERMITIDO el transporte de:

- Vino, en lo posible que no sea muy dulce.
- Grappamiel, whisky, ron, caña, lo ki venga. Graduación mínima 4%, índice de inflamabilidad 3.
- Cuchillo (por si la pelea por la porción de carne que solamente logró asarse se pone complicada)
- Algo de abrigo, una camisetita adicional -de manga corta-, un par de medias gruesas, un pañuelito para la gola, algo por el estilo y no más que éso.
- Brújula (para aquellos soñadores que creen que les aportará algo para lograr rencontrarse con sus seres queridos)
- Mochila para la espalda (su carga no está limitada ni reglamentada, siempre y cuando se logre guardar todo el vino que se compró. No hay impedimentos en rellenar con lo que se quiera, incluso piedras de la región, por si alguien considera que la dificultad de la expedición no colma las expectativas personales de los más "pro").
- Cámara de fotos (NO CELULAR). Toda foto tomada durante la aventura tendrá que pasar indefectiblemente por la Comisión de Censura, antes de poder ser difundido el material.
- Silbato (solamente por si hay que llamarle la atención a alguien, sacándole una amarilla o incluso roja directa)
- Elementos para encender fuego, quedando expresamente prohibido portar gel iniciador, por ejemplo, para evitar intoxicaciones de parte de algún integrante que se haya quedado corto en la ingesta de alcohol.
- Todo el algodón o gasa que se porte será enteramente utilizado para encender el fuego, no permitiéndose su uso bajo ninguna excepción para uso medicinal. Correrá la misma suerte la ropa cargada en exceso, toda ropa técnica de marca reconocida será quemada en primera instancia.

Se aconseja el uso de prendas con tejidos que no faciliten el enganche con arbustos. Algunos han sugerido el uso de vaquero. De todas formas, el verdadero H, el descendiente directo de los últimos Charrúas del Rincón de Pérez, se quita todo ante la maleza, queda solo con taparrabos, y emprede la arremetida a piel descubierta, pues la piel no se engancha, simplemente se rasga y generalmente vuelve a cerrar algún día.

Se deja especial constancia de que la expedición NO SE SUSPENDE POR LLUVIAS NI TORMENTA ELÉCTRICA.

Es más, la misma puede correr riesgo de no llevarse a cabo si la temperatura se mantuviera por encima de los 3ºC. La ausencia de viento superior a los 35km/h también puede constituir un factor de suspensión insalvable.

El grupo está prácticamente conformado y cerrado, pero bueno, si alguien se quiere anotar, es muy posible que se nos queme la cabeza con esta idea y les terminemos cobrando algún peso por participar, emulando a algún corsario del ambiente. El plazo para pagar con bonificación ya caducó, justo se venció ayer de noche, qué lástima...

En el correr de la semana seguramente se irán agregando algunas noticias y novedades respecto a la planificación de la expedición.

Sábado 13/03/2010: Como el Ave Fénix -no baja-

Emergiendo de sus grises cenizas, una enorme multitud de atletas Cuervos se dieron cita en esta dilatada San Felipe y Santiago "2009".

Los Cuervos Gonzalo, Fernando, Daniel y Lionel se encontraron ya desde temprano sobre la línea de largada, reapareciendo luego de una larga ausencia en el asfalto capitalino.

El encuentro se dio en forma totalmente casual, las gloriosas casaquillas se buscaban unas a otras entre la creciente muchedumbre, con la efímera esperanza de poder rescatar sus clásicos colores dentro de la multitud multicolor.

Y todos participamos con suertes dispares, como siempre. Algunos estando ya en pleno rodaje, algunos comenzado recién y otros -también como siempre- no comenzando nunca.

Viento de frente, pasajes de bastante calor, los clásicos repechos y la fresca noche que cierra poco a poco el evento, fueron los ingredientes infaltables de toda San Felipe.

La complicada logística usual de los traslados para este evento tampoco estuvo ausente, aunque esta vez lo solucionamos fácilmente con un par de viajes de taxi de ida y de vuelta. Por idea de Fernando, no movimos los autos, gastamos lo mismo de siempre, llegando a la largada con mucho más márgen, con una gran tranquilidad.

Buena hidratación de Nativa, más que suficiente, todo un despliegue en largada y llegada para cronometrar nuestros pasos y en definitiva nos quedamos sin nada. Seguramente los amigos de Kronos nos devolverán el dinero inútilmente invertido en el Chip en la próxima edición, jajaja...

Tal vez el desperfecto se debió al transformador que falló en Chile, luego de un nuevo temblor, quién sabe...

O echale la culpa a la UTE, acaso un aerogenerador girando en sentido contrario en la Sierra de los Caracoles, o un planchita que se coló por el portón trasero de la Central Batlle y se afanó una Ticino y 2 mt de cable gemelo.

La medalla es espantosa, pedimos cambio al recibir un pedazo de metal retorcido y ovalado, pero luego constatamos que las demás estaban casi todas igual. No valía la pena complicar eligiendo una mejor. La verdad, bastante fuleras, con que las estamparon, con el orto ?

Buenísimo que no tengan ninguna fecha, brillante idea doña Iara, así que dentro de unos meses, quién te dice que...

Tal vez pueda ser el principio de una idea a aplicar en el futuro, que las manden hacer todas lisas, en anverso y reverso, o a lo sumo con algún loquito corriendo nomás, pero sin ninguna inscripción. Y que cada uno luego "corra" y escriba allí la carrera que quiera, una Maratón, un Medio Ironman, lo que sea...cazá el martillo y dale tranquilo.

Lo más rescatable del evento fue poderse reencontrar con tantos amigos del asfalto, luego de unos cuantos meses, dentro y fuera de la competencia. Los entrañables Rojos, los Corredores del Prado, los Halcones, el glorioso Villa, la Última Fila y los Coyotes, entre otros, todos en medio de un sinfín de nuevos plumajes, desconocidos totalmente para nosotros.