
Los Cuervos Gonzalo, Fernando, Daniel y Lionel se encontraron ya desde temprano sobre la línea de largada, reapareciendo luego de una larga ausencia en el asfalto capitalino.
El encuentro se dio en forma totalmente casual, las gloriosas casaquillas se buscaban unas a otras entre la creciente muchedumbre, con la efímera esperanza de poder rescatar sus clásicos colores dentro de la multitud multicolor.
Y todos participamos con suertes dispares, como siempre. Algunos estando ya en pleno rodaje, algunos comenzado recién y otros -también como siempre- no comenzando nunca.

La complicada logística usual de los traslados para este evento tampoco estuvo ausente, aunque esta vez lo solucionamos fácilmente con un par de viajes de taxi de ida y de vuelta. Por idea de Fernando, no movimos los autos, gastamos lo mismo de siempre, llegando a la largada con mucho más márgen, con una gran tranquilidad.

Tal vez el desperfecto se debió al transformador que falló en Chile, luego de un nuevo temblor, quién sabe...
O echale la culpa a la UTE, acaso un aerogenerador girando en sentido contrario en la Sierra de los Caracoles, o un planchita que se coló por el portón trasero de la Central Batlle y se afanó una Ticino y 2 mt de cable gemelo.
Buenísimo que no tengan ninguna fecha, brillante idea doña Iara, así que dentro de unos meses, quién te dice que...
Tal vez pueda ser el principio de una idea a aplicar en el futuro, que las manden hacer todas lisas, en anverso y reverso, o a lo sumo con algún loquito corriendo nomás, pero sin ninguna inscripción. Y que cada uno luego "corra" y escriba allí la carrera que quiera, una Maratón, un Medio Ironman, lo que sea...cazá el martillo y dale tranquilo.
