Estamos quebrando el silencio de radio, que se produjo por mil y un motivos durante los meses anteriores, todo por motivos menores, a cuál menor era el motivo, incluída la motivación, valga la redundancia, que pesó y está pesando bastante...Y lo hacemos nada menos que en oportunidad de la carrera de Perrin, un poco tarde, es cierto, pero nunca tarde para constatar que cuando se quiere, se puede.
Lamentablemente en lo personal no se había dado que pudiéramos participar en las ediciones anteriores, las cuales todos los asistentes las recuerdan de la misma forma.
Es increíble lo bien que puede salir una carrera cuando se conjugan las ganas de hacerla en serio, sin el afán(o) de empalmarse algún peso por el camino y además estar organizado, acompañado por una gran familia tan especial como es la de Perrin. Para colmo, dentro de un entorno único, irrepetible para realizar algo así.
Desde el más modesto de los empleados hasta su gerente general estaban allí, al pie del cañón (o sirena, esta vez) , inscribiendo, entregando camisetas, sacando fotos desde el campo, los tejados, colaborando en definitiva en todo lo que fuera necesario y posible.
Todo fue "free", no se abonaba un solo peso por todo aquello, simplemente contribuimos con algo que en definitiva fue obviamente para otros nobles destinos.
Por si fuera poco, recibimos la camiseta, "nos dieron la salsa" y hasta un Gatorade "despachado de excelente forma", al llegar. No es poca cosa, sobre todo si lo comparamos a lo que nos brindan y nos cobran grandes corporaciones de indumentaria deportiva, algunos bancos, ciertos organizadores especializados en estos eventos, etc.
No nos queda otra cosa que felicitar a los responsables de Perrin por este emprendimiento, por el montón de dinero, tiempo, previsión, ejecución, nervios y buena onda que brindaron en reiteración real. A sus directivos, empleados, amigos, familiares y allegados, todos estaban en la misma sintonía, hasta se reían de sus propias limitaciones en cuanto a atender a toda la multitud que cada vez más se está acercando a esa remota zona de Montevideo, tan desconocida para tantos de nosotros.
Pero toda la demora, impaciencia e incomodidad que alguno pueda haber llegado a pasar al inscribirse, se veía ampliamente compensada por la preocupación y buena onda de toda esa gente.
Lo que pasa es que este asunto ya se les está yendo verdaderamente de las manos ante una creciente multitud, y ojalá que siga sucediendo así, es una carrera muy recomendable, sobre todo para la gente que recién se inicia en ésto y para aquella que está aburrida del tan trillado asfalto capitalino.
No bastaba con recorrer algunos caminos vecinales, no, para nada. Para nuestro asombro, entramos incluso a recorrer los propios trillos de la maquinaria que va quedando entre los cultivos: vides, limoneros, otros frutales, qué se yo, había de todo. Parecía que en cualquier momento podrían llegar a encender el riego de todo éso y nos ensopaban.
Bordeamos tajamares, atravesamos gallineros, saludamos a los vecinos si se quiere asombrados ante una curiosa multitud monocromáticamente ataviada, que salía de los fondos de sus propias casas.
Algo inconcebible con respecto a las clásicas y céntricas carreras urbanas. El tiempo acompañó, se contuvo todo lo que pudo, se postergó indefinidamente una lluvia que le hubiera dado un color inolvidable dentro de las viñas.
Pero bueno, no pudo ser...y seguramente lo fue para el bienestar de la mayoría...aunque....un poquitito de agua allí adentro hubiera estado 'petacular....
Amigos de Perrin, sígannos dando la salsa, van por el buen camino, ojalá los imiten otros, ustedes han iniciado un camino del cual ya a esta altura les va a resultar muy dificil apartarse...
Se dieron cita los Cuervos Fernando, José Luis y Daniel, en representación de la menguada escuadra voladora.
Como contraparte a esa fiesta, en estos días estamos abonando sin chistar la módica suma de 300 pesitos por dejar la huella allá. Está bien, antes que lo digan, mejoramos bastante la vestimenta con respecto a los harapos de años anteriores, pero...hicieron la suma ?
A cupo máximo, constituye un millón y medio de pesos para poder intentar cubrir los gastos. Sobrará algo ? Ojo, son casi 3 kilómetros más que en la Perrin. Por éso, ésto es mucho más caro...y tenemos también los 2 peajes de los puentes...pagarle a las calentadoras de la largada...las medallas...cortar Arocena no debe ser nada barato, toda esa gente linda partida al medio...hmmm...seguro que no cubren ni los gastos...pobre gente...
Y luego sosténganse los testículos y los bolsillos con ambas manos cuando se acerque el 8 de noviembre.
* Por último, agradecemos a los amigos Rojos y a la propia Perrin, de los cuales nos apoderamos del material gráfico para darle un poco de color a esta página tan invariablemente gris.
