Qué tiempos aquellos, cuándo largábamos a las diez treinta-diez treinta, posta-posta.
De a poquito fuimos -y posiblemente seguiremos- corriendo el horario de largada.
Seguramente llegará el día que también extrañaremos cuando al menos largábamos a las once.
Ojo, no culpamos a nadie, pues para culpar a "alguien" hay que reunir un montón de datos, contactarse, hablar, informarse con varias personas y/o instituciones, sacar conclusiones, etc, etc.
Es algo que por razones de tiempo no podemos, y tal vez en definitiva ni queremos hacer.
Ni idea si hay que achacarle ésto a la IMM, a la AAU, al Maturana o a la propia Botnia.
Lo único que queremos destacar es que cada vez se larga más tarde, cada vez más "desaprovechamos" el domingo, cada vez queda más partido a la mitad por una carrera.
Y si la misma fuera en el interior, peor aún.
Es algo que ya lo hemos comentado infinidad de veces: tal vez para una gran cantidad de atletas participantes, esta actividad constituye algo primordial y sustancial dentro de la semana.
Sin querer ser despectivos, posiblemente ésto represente "la" actividad del fin de semana, o de toda la semana. En esos casos, el desplazamiento gradual pero inexorable de la hora de largada seguramente no debe hacer la gran diferencia.
Pero para los casos restantes, tal vez dentro de la minoría -no lo sabemos exactamente- de atletas mayoritariamente aficionados, que desarrollan una vida particular y familar con otras actividades que van más allá de correr una carrera en domingo, este corrimiento de horario no creemos que los beneficie en absoluto.
Es posible también que tal vez algún trasnochado o algún atleta que suela sufrir algún enriedo frecuente de sábanas ahora se sienta beneficiado por esta tendencia a correr casi de tarde.
Lo peor de todo es que ésto posiblemente puede conspirar contra el interés de participar asiduamente de este campeonato, por desmotivación o directamente por imposibilidad de terminar a esa hora.
Dejando todo ésto de lado y siempre sin acusar a nadie, para que nadie se sienta herido, debemos manifestar que fue una carrera muy linda, a pesar que el tiempo no acompañó del todo, pero bueno, estamos finalizando julio, tampoco la pavada.
La institución organizadora le brindó su propio color a la gris mañana, especialmente con esa carrera de 2k que se largo inicialmente. Bastaba observar esa llegada para constatar la total adhesión y disfrute de los niños, padres, maestros, profesores y allegados a Maturana.
Posteriormente, nuestra carrera se desarrolló dentro de un muy lindo circuito, que tenía obviamente algunos puntos y pasajes que nos traían recuerdos de otras etapas desarrolladas dentro del Prado. El clásico ida y vuelta por el costado de la Rural, luego bordeando el Miguelete, etc.
Fue una etapa muy pintoresca, con algunos repechos, bajadas, buena hidratación, seguridad más que aceptable y un marco de público que se hizo sentir, ubicado en las inmediaciones de la largada/llegada.
Participaron solamente 2 Cuervos de esta etapa, José Luis y Daniel, seguramente con tiempos bastante disímiles.
En lo personal, fue una linda oportunidad para disfrutar de una etapa sin nigún tipo de condicionantes ni expectativas de futuro, simplemente disfrutando del paisaje, en compañía de Delmar, Marcelo, Mario, Oscar, Sergio, Chirola, etc, un sinfín de amigos que nos alcanzaban o que nosotros íbamos encontrando por allí adelante.
Había gente que lo tomaba como preparación para Punta Del Este (complementando con algún fondo anterior y/o posterior), tal vez para la ya cercana Media de Montevideo o directamente para nada, como lo fue en nuestro caso.
Si ésto se pudiera votar, seguramente votaríamos por conservar esta etapa para los años venideros.
Agradecemos la oportuna foto tomada por el amigo David de Corredores de Las Piedras, en los metros finales de esta etapa, con que encabezamos esta nota.
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